Por Leticia Villaseñor

Tepoztlán, Mor., 10 de abril.- El fuego que arrasó decenas de hectáreas en el Pueblo Mágico de Tepoztlán se niega a extinguirse, aunque por el momento no representa un peligro mayor para la población, no así para la reserva ecológica del parque nacional.

El ayuntamiento de Tepoztlán informó que a seis días de haberse iniciado el incendio, continúan los brotes en las zonas de Achichipico y Huehuelcóyotl.

El pasado sábado, el secretario de Desarrollo Sustentable, Toplitzin Contreras Macbeath, informó que de las 24 mil hectáreas de la reserva natural, el 1% se vio afectada. Asimismo aseguró que el personal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) elementos del Ejército, de rescate y de la propia secretaría quedarían de guardia en el poblado como medida preventiva.

El helicóptero de la Policía Federal permanece en el lugar ya que la zona donde se han registrado los pequeños brotes de fuego, es una serie de acantilados prácticamente imposibles de sortear a pie por lo que, aseguró el ayuntamiento, este lunes seguirán las labores desde el aire.

El personal de la comuna permanece en el Camino Real a Santo Domingo Ocotitlán, que es la zona afectada en estos momentos.

Los brigadistas voluntarios del poblado permanecen alerta para coadyuvar en las labores de sofocación, tal y como lo hicieron durante toda la jornada de emergencia, que inició desde el pasado martes y que hasta la noche de este domingo no podía extinguirse en su totalidad.

Pequeñas plantas, como magueyes e incluso piedras rodeadas de yerba, se desprenden de las laderas de los cerros y caen encendidas sobre la hojarasca o árboles secos que son el origen de nuevos brotes de fuego.

Las autoridades piden a la población no acercarse a la zona de riesgo a fin de evitar accidentes, asimismo descartan que el fuego en estos momentos represente una amenaza sin embargo piden a la ciudadanía estar alertas ya que hay casas próximas al lugar.

Diversas especies de flora y fauna fueron arrasadas tras el siniestro pero será hasta que el fuego esté extinguido y las brazas apagadas, para que se realicen las labores de limpieza y de reconocimiento de daños.