Por Antonella Ladino
Cuernavaca, Mor., 8 de diciembre.- La gente de Tepalcingo quiere tener la administración económica de todo lo que entra en la parroquia, eso no es posible porque es algo que le corresponde al padre de cada iglesia, afirmó el obispo Ramón Castro Castro con relación al conflicto que registra la parroquia del Santuario de Jesús Nazareno en ese municipio de la zona oriente del estado.
El pasado fin de semana los feligreses amagaron con tomar la parroquia en caso de que el obispo Ramón Castro fuera omiso para mediar en el conflicto, cuya exigencia de un sector de católicos es transparentar el destino de más 500 mil pesos, producto de las limosnas.
Antes de la ordenación de nuevos sacerdotes, el obispo de la diócesis de Cuernavaca, afirmó que “es triste que los habitantes del pueblo encierren a su propia gente en la iglesia, que pongan cadenas en un lugar donde hay niños y ancianos, es inconcebible esa actitud”, expresó.
Luego argumentó que las iglesias pertenecen a la federación y en caso de que los habitantes atenten contra una propiedad federal tendrán que rendir cuentas al gobierno, no a nosotros como religiosos.
Durante el conflicto registrado el sábado pasado, los feligreses del municipio de Tepalcingo “tomaron” la parroquia y acusaron al sacerdote Jesús de la Cruz Martínez de malversar más de 500 mil pesos, y por ello exigieron su destitución y también segregarlo del Consejo parroquial.
Además aseguraron que ese dinero es producto de las limosnas de los feligreses, cuyo destino sería para la restauración y conservación del Santuario, pero hasta la fecha desconocen el paradero del dinero.
Desde el viernes los inconformes advirtieron que exigirían al sacerdote Jesús de la Cruz abandonar la comunidad, virtud al señalamiento de presunta corrupción.
La división de la feligresía católica tiene como antecedente una denuncia en contra del obispo Castro Castro por el delito de robo de arte sacro. Esa es una difamación, respondió el jerarca católico.
El obispo fue señalado ante la Procuraduría General de la República (PGR) y ante la Fiscalía Estatal por omisión en el presunto robo de 534 mil 251 pesos y arte sacro, entre las piezas desaparecidas el Santísimo bañado en oro, del santuario de Jesús nazareno.
Un grupo que apoya al párroco Jesús de la Cruz Martínez aseguró que el dinero ya se utiliza en obras de remodelación de la parroquia, pero los feligreses inconformes exigen pruebas de esa inversión.