Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 27 de mayo.- El feminicidio de Mariana y los posicionamientos de la UAEM en torno al caso, derivaron en la exigencia de la integración inmediata de una unidad de atención a todas las formas de violencia que viven las mujeres, demandó Daniela Cerva Cerna, catedrática de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la universidad, quien se dijo feminista y luchadora por los derechos y las libertades de las mujeres.
La doctora encabezó una pequeña protesta integrada por universitarias y activistas realizada en la escalinata principal de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) donde se esperaba que el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo hiciera una visita al lugar donde se reconstruyen dos edificios, pero que fue cancelada.
“Expresamos nuestro profundo rechazo a los comunicados de prensa de la Universidad, que no son sensibles con la situación de las mujeres en este país y especialmente en nuestro estado, donde hay una declaratoria de Alerta de Violencia de Género”, declaró ante medios.
Cerva Cerna demandó además el cumplimiento de los protocolos de atención a los casos de violencia y hostigamiento sexual que sufre la misma institución educativa.
Como parte de la comunidad académica y sus estudiantes, expuso, manifestamos el repudio a la falta de respuesta institucional inmediata, sobre todo a las violencias que sufren las mujeres en México y en particular en el estado.
La violencia de género exige una respuesta institucional inmediata así como una investigación a cualquier caso de asesinato de mujeres. El caso de Mariana no es aislado, tenemos que velar por la seguridad de nuestras mujeres y de nuestras niñas, principalmente dentro de las universidades y preparatorias, exigimos el cumplimiento del protocolo de atención a casos de hostigamiento de violencia sexual en la Universidad, exigimos la integración inmediata de una unidad de atención a todas las formas de violencia que viven las mujeres, esas son nuestras peticiones, esgrimió.
Lamentó que la “naturalización” de la violencia en contra de las mujeres no deriven en una denuncia ello ante la falta de confianza en las instituciones, de procedimientos que no canalizan esas denuncias, pero que hoy en día requieren de una respuesta institucional inmediata, abundó.
La catedrática señaló que en el caso de Mariana, el hecho de que los presuntos criminales sean dos jóvenes puede ser el resultado de la cultura de la violación que se fomenta con el acceso desmedido de niños y adolescentes a la pornografía, que fomenta la violencia en contra de las mujeres, del abuso, control y del poder en este tipo de situaciones.
Sobre las denuncias de hostigamientos en los propios campus, dijo que las denuncias se hacen de manera anónima debido a que las víctimas encuentran en el anonimato una forma segura de señalar a su agresor a fin de no sufrir más violencia por parte de los mismo o incluso de la comunidad, por lo que, en caso de hacerse públicas, las víctimas terminan por cambiarse de escuela sin que las denuncias prosperen.
Prueba de ella, ejemplificó, es el caso de una estudiante de posgrado que aborda el tema en una tesis. “No saben la cantidad de testimonios que se han presentado pero lamentablemente no hay cauce a sus denuncias porque quienes deben encabezar estos protocolos no se hacen responsables ni le dan seguimiento para evitar la escalada de violencia”, finalizó.