De acuerdo con las indagatorias, la mujer “mató con ventaja y alevosamente a su cónyuge con un arma punzocortante”.

En 2014, medios nacionales reportaron que María Alejandra, psicóloga de profesión, drogó a su esposo, para disminuir su capacidad física al momento de quitarle la vida con un arma blanca.

Además, utilizó el celular de su conyugue para enviar mensajes después de que lo había asesinado, y así evitar las sospechas de su desaparición.

Para eludir ser capturada, utilizó sus credenciales de psicóloga para ser ingresada a una clínica psiquiátrica en calidad de paciente.

Pero luego de una serie de pruebas presentadas por el Ministerio Público, se determinó dar 46 años y seis meses de cárcel a la mujer por los delitos de homicidio en razón de parentesco calificado y contra el respeto a los cadáveres o restos humanos.

Por estos hechos, la sentenciada también tendrá que pagar la reparación del daño y gastos funerarios, además de que le suspendieron sus derechos políticos y le negaron sustitutivos penales, así como beneficios de la suspensión condicional de la pena.

Por