Por Leticia Villaseñor
Foto: Máximo Cerdio
Cuernavaca, Mor., 11 de febrero.- En las últimas dos décadas, no se vivió un año tan violento en México como 2017, un asesinato cada 18 minutos. la situación en el estado (Morelos) no es mejor: De 85 bandas identificadas en el territorio nacional, 80 tienen presencia en Morelos, alertó el obispo Ramón Castro Castro durante la homilía dedicada a la Iglesia Perseguida.
A la celebración religiosa de este domingo en la diócesis de Cuernavaca, acudió el obispo Dionicio Antonio Chahda, obispo sirio católico en Alepo-Siria y la religiosa clarisa Mariluz, en misión desde hace 30 años en Sierra Leona.
Desde aquí Ramón Castro recriminó que el municipio de Puente de Ixtla, en la zona sur del estado- aledaño a Amacuzac, localidad donde Santiago Mazari “El Carrete” controla una célula delictiva de Los Rojos, dedicada al trasiego de drogas, armas y delitos como el homicidio, extorsión y secuestro, el 80 % de la población paga derecho de piso, de lo contrario, afirmó, son asesinados o desaparecidos.
Para ilustrar la inseguridad que se vive en el territorio estatal, principalmente en la zona limítrofe con el estado de Guerrero, el obispo puso como ejemplo lo que dice haber ocurrió en la población de Galeana, perteneciente a la localidad cañera de Zacatepec.
Aseguró que el crimen organizado privó de su libertad a 30 empresarios que fueron trasladados hasta la comunidad de Amecameca en el Estado de México, donde fueron presentados a un líder criminal –no dijo su nombre- que también opera en la zona oriente de nuestra entidad. Los obligaron a pagar el derecho a su vida “por la buenas o por las malas”. Dicha “reunión”, sostuvo, fue resguardada por elementos policiacos.
La misa se celebró en el atrio de la catedral debido a las afectaciones que dejó el sismo del pasado septiembre. Desde ahí, el obispo recordó que los países más peligrosos para la feligresía y religiosos son Siria y México, donde 57 sacerdotes han sido asesinados durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
Castro Castro recordó que tanto los sacerdotes como la feligresía de la zona sur son constantemente amenazados, extorsionados y son blanco de asaltos incluso durante los oficios religiosos.
Hacia el final de la homilía, Castro Castro hizo el comparativo de las situaciones de persecución que padecen los tres países, y de Morelos aseguró la iglesia es víctima de hostigamiento por “decir la verdad”. Además adelantó que en mayo próximo se realizará otra caminata por la paz. “No nos acostumbremos a la violencia, a la impunidad, oremos por alcanzar la paz”.
Persecución por la fe
Durante la homilía, el obispo sirio Dionicio Antonio Chahda, relató que desde hace siete años se recrudeció la persecución de los musulmanes en su contra lo que obligó a gran parte de la población que profesa el cristianismo, el 40% de 18 millones y medio de personas, a exiliarse, de lo contrario, lamentó, eran asesinados o perecieron bajo el fuego incesante de misiles o taques armados.
Habló sobre una serie de atentados en contra de la catedral en Alepo, donde a menos de 50 metros del lugar estaba una base de los rebeldes. Relató también sobre el atentado que sufrió “la casa de dios” con un misil que destruyó parte de la cúpula y en un segundo ataque, perpetrado 24 horas después, más de la mitad de la iglesia quedó derruida.
Cuatro sacerdotes fueron desaparecidos por los grupos rebeldes, hasta ahora desconocemos sobre su paradero, ahondó. Sobre el número de católicos asesinados o exiliados no dio datos concretos.
El obispo, quien radicó 30 años en Venezuela previos a su retorno a Siria, dijo que las persecuciones entre México y su país natal son por motivos radicalmente diferentes.
“En mi país es un asunto de fe. El gobierno sirio no nos prohíbe profesar nuestra religión o no rezar, por ejemplo, tampoco hay hostigamientos como tener al gobierno en los oficios los domingos. Por el contrario, a otros jeques no los reciben como a nosotros, pero en México, la persecución es política o derivada de la delincuencia organizada”, comparó.
En el mismo sentido se pronunció la religiosa Mariluz, de la orden de las Clarisas, quien desde hace tres décadas está en misión permanente en el país africano. Comentó que el mayor apoyo económico para la orden, que comprende una escuela religiosa con internado, la reciben del país asiático de Japón, donde profesan principalmente la religión budista y sintoísta.
“Decidimos hacer el internado porque los rebeldes que atacaron por 10 años al país violaban a nuestras niñas, algunas incluso fueron asesinadas o esclavizadas. También 10 de nuestras hermanas clarisas fueron privadas de su libertad pero pudimos rescatarlas con ayuda de la población”, expuso.