Por Antonella Ladino
CUERNAVACA, Mor., 26 mayo.- Mardonio Carballo, poeta y escritor veracruzano, defensor de la cultura y los pueblos indígenas, aseguró que las lenguas no se recuperan, por ello es importante asegurar la subsistencia de los pueblos que las hablan pues se trata de sus derechos y es lo justo.
El poeta, afirmó que las lenguas o idiomas no se pierden porque queramos dejar de hablarlas, sino porque la gente sufre discriminación lo que obligaría a que un niño que habla náhuatl en su casa, garantizarle que al llegar a una institución educativa no se le discrimine porque. “La lengua que rifa no es el español, sino el náhuatl”, destacó.
Lo anterior en la presentación de su libro, “Tlajpiajketl o la canción del maíz”; obra donde se narra a un niño que va todas las mañanas y tardes a espantar pájaros que se comen el elote tierno, pero él, sólo piensa en escribir la Canción del Maíz.
Mardonio afirma que su relación con el maíz ha sido heredada, además de ser una pasión por comer maíz todo el tiempo. “Mi relación con el maíz es de esas que son heredadas de tus padres, cuando haces milpa, vas y cantas, cuando cosechas vas y cantas”, expresó, el poeta.
“No creo que debemos hablar una lengua para poder apreciarla, lo que tenemos que hacer es asegurarnos que esos pueblos subsistan con justicia y dignidad.
“Si queremos que las lenguas persistan, es importante asegurar que los pueblos que las hablan vivan, y eso sólo se logrará cuando la mayoría de la gente lo exija. Lo que hemos logrado con las lenguas en México no es un regalo del Estado, es una lucha constante a la que hemos defendido y ganado”, subrayó Carballo.
El artista Veracruzano, entrevistado después de la presentación, afirmó que las lenguas indígenas se han perdido en el camino, por las condiciones de discriminación en el Estado, debido a que hay una legislación en México que no respeta la lengua de los pueblos indígenas, legislación nacional que está peleada con la lengua materna.
En su opinión, las lenguas indígenas necesitan una sociedad que los defienda, una sociedad que sienta que los signos lingüísticos son los mismos que los otros.