“Ordenaron que cuando se presentara un hecho de violencia acudieran al sitio con sirenas y sistemas apagados para que los vecinos no se dieran cuenta de lo que pasaba y, por supuesto, evitar que informaran a reporteros y comunicadores…”

Por EL INDEPENDIENTE

Suena fuerte, o como muchos dirían, el título de esta columna es amarillista, pero es una realidad que se vive en Cuautla. Comparto. En semanas pasadas recibí información de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de esta demarcación, cuyos mandos ordenaron que cuando se presentara un hecho de violencia acudieran al sitio con sirenas y sistemas apagados para que los vecinos no se dieran cuenta de lo que pasaba y, por supuesto, evitar que informaran a reporteros y comunicadores, como un servidor, lo que ocurría.

Sin embargo, la información siguió fluyendo, la Policía llegaba al sitio con las indicaciones de los superiores, pero la ciudadanía ya había reportado balazos y eso alertaba a la prensa, quienes de manera inmediata nos trasladábamos hasta los lugares para llevar la información hasta su aparato celular. NO LES FUNCIONÓ LA ESTRATEGIA.

Ahora, los mandos a que me refiero, giraron instrucciones precisas a los policías para que en caso de haber un accidente o hecho violento en donde haya lesionados, exclusivamente puedan ser atendidos por paramédicos de la Cruz Roja o por paramédicos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y que de ninguna manera se permitiera que voluntarios (capacitados) pudieran dar atención a quienes resultaran lesionados. ¡QUE POCA ABUELA!

En Cuautla desafortunadamente no se cuenta con el personal necesario para poder atender todos los accidentes o hechos violentos que en ocasiones son al mismo tiempo. El presidente municipal Rodrigo Arredondo realizó un convenio, es decir, le paga a la Cruz Roja para que atienda también los siniestros, sin embargo, sigue siendo insuficiente, pues desafortunadamente la violencia y los accidentes están a la orden del día.

Recuerda usted que hace unos días le dimos a conocer que una persona había sufrido un infarto en avenida Insurgentes, pues desafortunadamente no había personal que lo atendiera al instante. Un paramédico voluntario (capacitado) llegó hasta el sitio y elementos de Tránsito, le impidieron que pudiera brindarle ayuda pues le dijeron que debían esperar a los paramédicos autorizados. No sé si el señor pudo haberse salvado, pero por lo menos pudo haber recibido ayuda.

Hay organizaciones como Emergencias Morelos y Rescatistas Unidos (EMRU) o como la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) que durante años han prestado servicios de atención prehospitalaria de manera altruista, médicos y paramédicos aportan sus conocimientos para ayudar a quienes lo necesitan en caso de un accidente o un hecho violento.

Es lamentable que los mandos de la policía en Cuautla hayan girado ese tipo de instrucciones, con el único fin de evadir la realidad de lo que se vive en esta ciudad, UNA VIOLENCIA DESATADA. Sin duda, es urgente que la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana renuncie a su cargo, pues ha pasado ya un año de su llegada al puesto y lo único que ha sucedido es que la violencia se ha agudizado, mientras a ella y a su esposo, los cuidan dos patrullas. No olvidemos, que el primer acto de corrupción que se comete, es que una persona acepte un cargo para el que no está preparado. Hasta la próxima mis queridos lectores.