Por internacional.elpais.com
El asesinato hace dos semanas del fotorreportero Rubén Espinosa y cuatro mujeres en Ciudad de México, donde el joven se había refugiado poco antes para escapar de amenazas de muerte por su trabajo en el Estado de Veracruz, ha sacado a la luz el peligro de informar en México y en particular en ese Estado, donde 14 periodistas han sido asesinados desde 2011.
Un nutrido grupo de destacados periodistas, escritores y artistas de todo el mundo, con respaldo del PEN y el Comité de Protección a los Periodistas, ha enviado una carta al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para pedirle que se aclare el asesinato de Espinosa y «las cuatro jóvenes que murieron con él» y que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los profesionales y el ejercicio de la libertad de expresión.
«Desde que el actual gobernador, Javier Duarte, llegó al poder en 2010, las amenazas, los maltratos y los asesinatos de periodistas han alcanzado cifras sin precedente en Veracruz: 14 han muerto de manera atroz, y tres han desaparecido. En cada uno de los casos se ha desechado como línea de investigación judicial el ejercicio profesional de las víctimas», afirman los firmantes. El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, del PRI, declaró esta semana en la investigación y negó cualquier responsabilidad en los hechos.
«Hoy el periodismo en todo el mundo vive bajo asedio: los reporteros mexicanos, en particular, viven en peligro mortal —continúa la misiva dirigida a Peña Nieto—. Las organizaciones criminales, los funcionarios de gobierno corruptos, y un sistema de impartición de justicia incapaz siquiera de determinar la responsabilidad de los asesinos son causa de la extrema vulnerabilidad de los reporteros».
Impunidad
«Hasta ahora, 37 colegas de Rubén Espinosa han tenido que abandonar sus trabajos, sus hogares y sus familias, y desplazarse a la Ciudad de México tras recibir amenazas». La capital del país, recalca el texto, «era considerada uno de los últimos lugares seguros para el ejercicio periodístico. Pero ahora no parece haber santuario alguno para los reporteros perseguidos en México». No obstante, el mensaje no se ciñe a la violencia en Veracruz. «Desde el año 2000, decenas de reporteros han sido víctimas de homicidio; se sabe de otros 20 que continúan desaparecidos. La abrumadora mayoría de estos crímenes permanecen en la impunidad. La CNDH [Comisión Nacional de los DDHH de México] apunta a evidencia que involucra a funcionarios públicos en varios de los ataques contra periodistas y medios de comunicación».
Los firmantes reclaman a Peña Nieto «garantizar el esclarecimiento inmediato y efectivo de los asesinatos contra Rubén Espinosa y la enorme cantidad de periodistas en México que han caído como él (…) la revisión inmediata de los mecanismos para la protección de periodistas y el compromiso efectivo de su gobierno para garantizar la libertad de expresión en México».