Iván Navarro / Foto: Iván Navarro

Ciudad de México. – La delegación deportiva mexicana que asistirá a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en Brasil, fue abanderada el mediodía del jueves 21 de julio en medio de una crisis deportiva entre las federaciones, el Comité Olímpico Mexicano y la CONADE.

Como cada cuatro años y una vez por cada presidente de la república, la residencia oficial de Los Pinos cambió los trajes habituales y zapatos bien lustrados de la burocracia por pants y tenis de una delegación incompleta, apenas unos 50 atletas, algunos por estar en campamento otros por desairar el evento, como el caso de la selección de futbol.

Los más animados del evento fueron los integrantes de la delegación paralímpica, el estar cerca del presidente reflejaba emoción en sus caras, lamentablemente, los diversos medios de comunicación que se dieron cita hacían caso omiso a los deportistas que más medallas han dado a México en la justa veraniega.

En la primera fila, un muchacho que aún no cumple los 18 años sorprendido por lo que acontecía a su alrededor, observa como grandes figuras del deporte mexicano como la medallista de taekwondo María del Rosario Espinosa desfilan y platican hombro a hombro con Enrique Peña Nieto, se trata de Ricardo Vargas, originario de Cuernavaca, Morelos, quien no oculta también su emoción por estar entre los clasificados a los Juegos Olímpicos en los mil 500 metros dentro de la natación.

El reloj marcó el medio día, por el lado derecho de los asistentes, a través de un pasillo rodeado por algunos arbustos, aparece con trote fuerte Enrique Peña Nieto, sube al presídium y comienza el acto protocolario.

El primero en tomar la palabra fue Alfredo Castillo Cervantes, director de la CONADE, quien resaltó que viajará la delegación más numerosa en los últimos 40 años a Río de Janeiro con 126 deportistas olímpicos y 66 paralímpicos, además indicó que el resultado de esta delegación no está peleada con el orden, haciendo referencia a las federaciones quienes han tenido momentos ríspidos debido a las limitaciones económicas que ha impuesto la CONADE.

Por su parte, el primer mandatario del país mencionó que los deportistas son embajadores de las transformaciones que se están dando en México, así como que son factores de cambio y ejemplo de lucha y entrega, algo que necesita el país.

La escolta para los Juegos Olímpicos de Río 2016, estuvo conformada por la abanderada y competidora en ciclismo de montaña, Daniela Campuzano, seguida por la tiradora Alejandra Zavala, la nadadora Karen Achach, la atleta Brenda Flores, el taekwondoín Saúl Gutiérrez y el luchador Alfonso Leyva.

La de los Juegos Paralímpicos, la integran: Nely Miranda, quien portó el lábaro patrio, Amalia Pérez, Leticia Ochoa, Salvador Hernández, Lenia Ruvalcaba y Benjamín González.

En representación de los deportistas nacionales, tomo la palabra la taekwondoín, María del Rosario Espinoza, quien reveló que es un placer poder hablar en nombre de todos sus compañeros y reconoció que se siente ilusionada por el apoyo de los más de 120 millones de mexicanos.

De la misma forma, el nadador paralímpico, Juan Ignacio Reyes, hizo un llamado a toda la familia deportiva para reafirmar el compromiso de él y de sus compañeros en portar el uniforme tricolor en la máxima competencia deportiva.

Al final del protocolo, los pocos atletas que se encontraban posaron para la foto con el presidente quien accedió a tomarse varias “selfies” con los muchachos, no pasaron más de 10 minutos cuando un elemento del estado mayor presidencial se acercó y lo acompaño nuevamente hasta el pasillo por el cual llegó.