Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 14 de septiembre.- Fría, sin discurso, amurallada y solo con invitados especiales fue la reinauguración de la Plaza de Armas “General Emiliano Zapata”, que realizó el gobernador Graco Ramírez esta noche.
Alrededor de las 20:30 horas todo el gabinete del gobierno del estado, del edil Cuauhtémoc Blanco así como algunos diputados e invitados acudieron al claustro del Palacio de gobierno, mientras decenas de policías se mantenían apostados en las inmediaciones de la plancha de la plaza principal de Morelos.
Pasadas las 21:00 horas, como estaba previsto, bajó el gobernador en compañía de su esposa Elena Cepeda al “lounge”.
El mandatario saludó al Cuauh, a los diputados Jaime Álvarez y Hortencia Figueroa; a la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Carmen Verónica Cuevas; al escultor Víctor Manuel Contreras, entre otros.
Graco Ramírez pasó de largo frente a la maqueta oficial, seguido de todos los invitados y medios de comunicación. Luego se dirigió a toda prisa hasta el lugar donde sería develada la placa, oprimió el dispositivo electrónico y quedó al descubierto la placa con la denominación del lugar y el nombre del gobernador en ella. Ninguna indicación del protocolo. Solo un trabajador del gobierno dio indicaciones a la prensa de quedarse tras unas vallas, a varios metros de distancia del mandatario, pero fue superada y la prensa se instaló frente al gobernador y sus acompañantes en una plancha en penumbras.
Dos cañones iluminaron la fachada del Palacio de Gobierno con imágenes de la bandera, el escudo nacional y unos ángeles, poco a poco las farolas se fueron prendiendo y “revelaron” el nuevo aspecto del lugar.
Una plancha negra, con el asta bandera al final, cerca de la escalinata donde se ubicaba el monumento al generalísimo, el cual fue retirado del lugar. Pasillos a los costados iluminados con farolas, rampas de acceso para sillas de ruedas, iluminación en el piso de los llamados “fantasmas” y una placa a la entrada de Palacio en Braille para débiles visuales complementan la escena.
El gobernador se dirigió a los árboles de laurel, de varios años de antigüedad, donde recibió una breve explicación del tratamiento que les dieron para combatir la plaga que los aquejaba.
El personal de gobierno del estado pasó sobre las plantas para alcanzar al mandatario, y por unos instantes el gobernador y su esposa se pararon para admirar la iluminación de la fachada del lugar y así terminó el recorrido.
Sólo el secretario de Gobierno, Matías Quiroz, dijo durante una breve entrevista que las vallas metálicas que resguardan la plancha del zócalo serán retiradas hasta el próximo lunes, por cuestiones de seguridad, pero afirmó que mañana durante el acto oficial del Grito habrá las condiciones necesarias para la sociedad que asista a la verbena popular.