Por Leticia Villaseñor
4 de febrero 2016., Cuernavaca Mor.- Nelly, madre de tres adolescentes, fue abandonada por toda autoroidad local y estatal en la lucha que enfrenta por recuperar a sus hijos a quien su marido tuvo retetenidos desde el pasado jueves en un local de su propiedad, al norte de la eterna primavera y a los que sacó del lugar, sin entregarlos a la madre, con ayuda de personal de seguridad privada.
Janelly Schaedred Reyes, madre de los adolescentes Yahir, Daniela y Ricardo, se separó de su marido Daniel Galíndez luego de 17 años de matrimonio. En un acuerdo común, los tres adolescentes pasarían la semana en casa su padre y los fines de semana con su mamá.
Desde el pasado mes de septiembre, el padre violentó el acuerdo y no entregó a los jóvenes a Nelly. Luego de llamadas infructuosas para llegar a un acuerdo, la mujer promovió el divorcio incausado 461/2016 y pidió la patria potestad de sus hijos, la cual le fue otorgada de manera provisional desde el pasado 28 de noviembre.
Daniel debía ser notificado personalmente para que se abstuviera de molestar a su expareja y a sus menores hijos, tanto en el domicilio de Nelly, donde legalmente deberían estar, así como en la institución eductaiva a la que acudían así como diferentes instancias donde realizaran actividades cotidianas. También se resolvió un régimen de visitas supervisadas con sus hijos.
Nada de lo anterior se concretó ya que a decir de las abogadas de Nelly, hubo una presunta complicidad por parte del actuario, ya que Daniel evadió en todas las ocasiones a las litigantes para ser notificado de lo anterior.
«El hombre cambió de escuela a los menores sin la autorización ni conocimiento de la madre. Supo por vecinos que los jóvenes fueron llevados al estado de Puebla y allá los inscribió en un colegio particular. Posteriormente los reinscribió en la escuela ubicada frente al negocio donde permanece recluido con dos de sus hijos», explicó una de las abogadas, quien prefirió omitir sus datos.
La Fiscalía General del Estado se rehusó a emitir la Alerta amber bajo el argumento de que los jóvenes no se encontraban en peligro y por estar con el padre, a pesar de no tener la custodia.
Daniel Galindez es propietario de una taquería ubicada en la avenida Teopanzolco, frente al colegio Morelos, donde estudian los tres jóvenes, lugar donde fue ubicado el padre la tarde del pasado jueves. Las abogadas y el acturio llegaron al lugar, pero las autoridades del plantel ignoraron la orden judicial y les impidieron la entrada al lugar.
El padre fue notificado a través de la reja pero lejos de atender el mandato tomó a dos de sus hijos, de 10 y 12 años, y regresó a las instalaciones del plantel, alejado de la vista de la parte acusadora; así permaneció por más de cuaro horas.
En un descuido, el padre salió del lugar con sus dos hijos, atravesó la avenida Teopanzolco y se introdujo a un inmueble de su propiedad. Ahí se mantuvo Nelly con sus familiares. El hombre arrojó desde la segunda planta agua con cloro a las personas que permanecían en vigía. Así pasó toda la noche y parte del día, sin que ninguna autoridad se haya hecho responsable.
Las abogadas acudieron al sector ubicado en la colonia Antonio Barona para que el MinisterioPúblico del lugar le diera cause al caso sin que tuvieran respuesta favorable, por lo que acuedieron directamente a la Fiscalía General del Estado, ubicada a tan sólo 10 minutos del lugar donde permaneció atrincherado Daniel con dos de sus hijos.
Una abogada del hombre llegó al lugar e ingresó al mismo sin que pudiera ingresar nadie más.
La familia llamó al personal de la Comisión de Derechos Humanos de Morelos, quien acudió al lugar sólo para constatar el hecho, ya que el conflicto hasta el momento es entre particulares.
«La autoridad ha sido omisa en el caso, han dejado sola a la madre», comentó el visitador Osmany Licona, ya que incluso su petición de una unidad preventiva en el lugar para prevenir cualquier enfrentamiento fue ignorada.
Al cumplirse 24 horas del atrincheramiento de Galíndez y sus hijos, una patrulla de seguridad privada resguardó la salida de la abogada. Unos minutos más tarde, varias unidades de seguridad privada llegaron al lugar con la intención de sacar a los jóvenes y al hombre. El paradero del tercer hijo, de 15 años se desconoce.
Ninguna autoridad de la Fiscalía, ministerio público o siquiera de la policía preventiva hizo acto de presencia, a pesar de las llamadas y de las denuncias de la parte afectada.