Leticia Villaseñor

 

Cuernavaca, Mor., 15 de julio.- Los trabajos de reparación en la zona donde se originó el socavón en el Paso Exprés, que cobró la vida de dos hombres, continúan a “cuentagotas” y con un hermetismo total.

 

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el Colegio de Ingenieros Civiles así como la empresa responsable de la construcción de la vialidad, Aldesa, permanecen en el lugar, día y noche, sin dar declaraciones a la prensa sobre los riesgos posibles o en qué medida han sido remediados.

 

El viernes pasado, Alejandro Rosas López, presidente del colegiado y responsable de hacer el peritaje para deslindar responsabilidades, habló de manera preliminar sobre la posible destrucción total del tramo (kilómetro 93+600, a la altura de la colonia Chipitlán) para rehacerlo.

 

Este día sólo fue colocada una gran carpa blanca sobre el área afectada; cerrada en sus dos sentidos, desde el jueves pasado hasta el martes próximo, a fin de que las vibraciones y el peso de los automóviles no causen más deslizamientos de tierra ya que el muro de contención del carril sur a norte se quebró a la mitad, y corre el riesgo de caer sobre las viviendas que quedaron debajo del “cuerpo” de la construcción.

 

El personal presente, en su mayoría de Aldesa, negó dar declaraciones bajo el argumento de no estar autorizados pero sin señala a un vocero o a ningún responsable. Igual proceder tuvo la dependencia federal. En el lugar sólo sobrevuela un dron manipulado por los trabajadores de la constructora.

 

En tanto, el tráfico en el Paso Exprés hoy tuvo un mejor comportamiento, ya que la fila de automotores no sobrepasa a los 200 metros, historia distinta al interior de la Ciudad, por donde fue desviado el paso de los vehículos.