Moisés Sánchez

Cuernavaca, Mor., 11 de agosto. – El agua de la barranca Santo Cristo, que atraviesa el kilómetro 93.8 del Paso Exprés, donde se creó un socavón el pasado 12 de julio, es desviada con bombas para que los trabajadores de la SCT puedan laborar sin inconvenientes.

Sin embargo, tras la liberación de la cañería esa medida no debería usarse, denunció un vecino del lugar, cuyo hogar está a 200 metros de la barranca.

El residente aseguró que los habitantes de la zona sospechan que el tubo que conduce el agua de la barranca se volvió a obstruir, puesto que los obreros aún utilizan ese mecanismo para laborar.

Tras la creación de un hoyo en los carriles centrales de hacia la Ciudad de México, la SCT comenzó a laborar en el destape de la cañería que colapsó y reblandeció la base de la autopista, a fin de tener una zona sin riegos cuándo comenzaran con la solución definitiva, que será un puente, sin embargo, las lluvias complicaron sus diligencias, ya que el agua se anegaba del lado de los carriles de norte a sur y se filtraba a las casas.

Por esa razón y mientras liberaban el tubo la SCT decidió desviar el cauce de la barranca, y con tubos, que atraviesan la entrada a Chipitlán y suben por el puente peatonal que conecta a esa colonia con el Conalep, vierten el agua en una alcantarilla que se encuentra en el interior de la escuela, la cual da hacia la barranca.

Además, los residentes temen que la cañería esté tapada y se vuelvan a inundar los pobladores del andador Mitre, quienes hace una semana padecieron seis inundaciones.