Por Moisés Sánchez
Cuernavaca, Mor., 17 de agosto.- Por sexta vez en el mes, vecinos del andador Mitre, ubicado a un costado del Paso Exprés, padecieron una inundación pese a que la cañería por la que atraviesa el agua de la barranca Santo Cristo está destapada desde hace dos semanas.
El andador Mitre se encuentra a lado del muro de concreto de los carriles de norte a sur del kilómetro 93.8 del Paso Exprés, donde el pasado 12 de julio se creó un socavón que cobró la vida de dos hombres.
Ese día los residentes tuvieron su primera anegación horas antes de surgir la oquedad, y en ambos situaciones tuvieron como origen el colapso de la tubería de la barranca Santo Cristo y su taponamiento con escombro de concreto y basura.
De acuerdo con el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Morelos (CICEM), la tubería que atraviesa el Paso Exprés colapsó por el peso de la construcción de la autopista y la colocación de dos muros de contención, de tal manera que cuando llovió el agua encontró el tapón y se infiltró por las fracturas de tubo. Eso reblandeció la tierra y provocó el hundimiento de la carretera, en los carriles de sur a norte.
El pasado 5 de agosto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) liberó la obstrucción en la tubería y descartó riesgos de inundación y el surgimiento de otro socavón, pero en la madrugada el cauce de la barranca volvió a crecer y el agua se filtró a las viviendas.
Catalina Martínez, vecina del lugar, contó que el nivel del agua se incrementó casi cuatro metros, cerca de las 03.00 horas, cuando empezó a llover con más intensidad.
“Inmediatamente le mandé mensaje a los ingenieros y a Héctor Castañeda Molina (delegado en Morelos de la SCT) y me contestaron que ya estaban en el área y no debíamos preocuparnos, ya que estaban trabajando en sacar el agua con tres bombas”, dijo Catalina.
Indicó que la explicación de las autoridades fue que aunque el tubo ya no estaba taponado, no tiene la capacidad suficiente para desaguar cuando hay precipitaciones copiosas, como ocurrió en la madrugada.
“Escuchamos mucho ruido, como que algo se rompía, nos inquietamos porque pensamos que el muro se estaba cayendo, pero luego vimos que no, que el agua estaba moviendo las estructuras que ahí estaban”, refirió.
Los daños que sufren los hogares son resarcidos por la SCT, además de que reubica a las familias en hoteles, pero Catalina agregó que la preocupación de se inunden siempre la tendrán en tanto no se construya el puente, que será la solución definitiva.
Ese viaducto contará con 48 metros de longitud y una sección transversal de 36 metros, tres claros, uno central de 24 metros y dos laterales de 12 metros, una losa de 20 cm de espesor, soportada sobre pilas de un 1.5 metros de diámetro y una altura aproximada de 25 metros. Su terminación tiene una proyección de 10 semanas, las cuales ya empezaron.