Foto: Tony Rivera/CiudadanosMx

Por Antonella Ladino

Cuernavaca, Mor., 27 de septiembre.- El edifico Torre Latinoamericano que colapsó el pasado martes 19 tras el sismo que sacudió a Morelos, no presenta daños estructurales por lo que se descarta su demolición, aseguró el administrador del edificio Antonio Glumber.

Dijo que después de ocho días concluyó la primera etapa de remoción de escombros, es decir lo que se encontraba en la calle Degollado pero falta limpiar el último piso donde se encontraba la antena de una radiodifusora y una cisterna que almacenaba aproximadamente 25 mil litros de agua, lo que probablemente, ocasionó el colapso del quinto y sexto piso.

Para desechar el resto de material de construcción se requiere maquinaria especializada porque en esos pisos quedaron atorados los motores de los elevadores cuyo peso asciende a los 700 kilos, más los escombros de las escaleras, refirió Antonio Glumber.

Aseguró que el edifico está sólido, no presentó daño estructural por su acabado de hasta 15 centímetros de grosor pero difícilmente podría ser habitado porque el temblor destruyó la instalación eléctrica, los elevadores y bloqueó el acceso por las escaleras.

Los propietarios de los condominios esperan el resultado del dictamen que ofrecerá el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Morelos, y una vez que emitan una respuesta se determinará si es posible ocupar los departamentos.

El administrador señaló que buscarán alternativas y ayuda económica para reconstruir el edificio porque la Mesa Directiva no cuenta con el capital para la restauración.

La Torre cuenta con 63 departamentos y el gran porcentaje de los habitantes eran adultos mayores, por lo tanto deberán llevar a cabo una asamblea para determinar el monto de inversión para la recompostura.

La torre fue construida en 1945 por la empresa de seguros del mismo nombre, fue un edificio emblemático de la ciudad de Cuernavaca porque era el más alto, contó el cronista Valentín López González.

En ese lugar existió una iglesia y después fungió como cuartel militar, fue hasta 1949 cuando abrió sus puertas como hotel hospedando a grandes personalidades del cine mexicano, contaba con 52 suites las más grandes recibían el nombre de Miravalle, Poza Azul y Huitzilac por su vista impresionante alrededor de la ciudad.

Tuvo amplios jardines, salones de eventos, mesas de boliche y contaba con dos elevadores.

Valentín López, refirió que un empleado, Renato Menez, que trabajó en el inmueble desde 1958 contó que al lugar acudieron grandes personalidades como el compositor y cantante mexicano Cuco Sánchez, la actriz y cantante mexicana Irma Dorantes; la actriz Sara García, la cantante y actriz mexicana Lucha Moreno, Carlos Amador entre otros.

En los años 70 se realizaron tardeadas a las que acudieron personalidades como José José y Guadalupe Viola Trigo. En 1982 cerró sus puertas por problemas financieros y 1984 empezó la remodelación para convertirse en departamentos mismos que empezaron a venderse un año después.