Foto: Yesenia Daniel

Por Leticia Villaseñor

Jojutla, Mor., 27 de septiembre.- El número de niños en albergues se duplicó en comparación a los encontrados enseguida del terremoto del 19 de septiembre, informó Dora Giusti, jefa de Protección Unicef México, por lo que las medidas de higiene, salud, nutrición y psicoemocionales se duplicaron en el municipio de Jojutla, el de mayor afectación.

En un recorrido por los principales albergues en la ciudad sureña, Giusti reconoció que no todos los sitios cuentan con los espacios o condiciones idóneas pero, considerando la dimensión de las afectaciones, dijo, son mínimas. Sin embargo observó el comportamiento cambiante en la población ya que durante el día se atiende un promedio de 400 niños en unos seis albergues, pero la cantidad asciende por la noche en algunos, mientras que en otros ven una población en descenso. También el fin de semana registraron variaciones en el número de niños atendidos.

La especialista señaló ciertas condiciones para que los menores recuperen la normalidad en sus vidas, ya que dijo, el trauma de perder su casa, posesiones, escuelas, dormir a la intemperie en un espacio desconocido les creó un sentimiento de desarraigo.

Lo primordial, señaló, es que sus necesidades de higiene, salud y nutrición estén atendidas. A la par, debe tratarse el tema psicomotriz y para ello la Unicef tiene dinámicas de juego con especialistas para que a través de éste los niños vayan reincorporándose a las actividades normales y sanar así, expresó, sus heridas. Estas actividades no son exclusivas de los albergues ya que también las realizan en plazas o parque públicos.

Dora Giusti explicó que se reunieron con autoridades del DIF estatal y la Secretaría de Educación para abordar el tema del regreso a clases, fundamental para su recuperación, pero en Jojutla hay unas 15 escuelas de educación básica y media en ruinas por lo que el regreso a las aulas es imposible.

Deben coordinarse entonces con el gobierno municipal y estatal para la asignación de espacios seguros donde se puedan colocar carpas de gran tamaño, ventiladas, que funjan como escuelas temporales en lo que tarda la reconstrucción de la ciudad. Además, señaló, están preparados para proveer de útiles escolares a los menores.

La Unicef también da atención psicoemocional a los maestros para que puedan hacer frente al regreso a clases y éste sea más llevadero. Giusti recalcó la importancia de retomar las clases para reincorporar a los niños a una «normalidad» pero además para que ésos no pierdan el ciclo escolar, que llevaba tan solo un mes de iniciado.

El personal de la Unicef recorrió los municipios con mayores afectaciones en el estado y a partir de sus observaciones de campo trazarán el plan emergente en sólo cinco o seis localidades que concentren las mayores afectaciones.

La especialista evidenció la ayuda que recibió la entidad, sin embargo, pidió a la sociedad su apoyo constante ya que el reto es asegurar que sea a largo plazo, asimismo señaló la importancia de levantar los escombros a la brevedad a fin de evitar enfermedades respiratorias por el polvo, y mantener labores de limpieza constantes entre los usuarios de los albergues para que las enfermedades principalmente gastrointestinales no se propaguen y el tipo de atención sea otra.