Por Antonella Ladino
Cuernavaca, Mor., 19 de octubre.- En su rostro se dibuja la tristeza cuando recuerda el día que le detectaron cáncer de mama. Desde hace cuatro años Luz María lucha contra esa enfermedad y pidió a Dios no ser el instrumento de dolor para su familia.
El 21 de octubre de 2013 Luz María López Martínez fue diagnosticada con cáncer de mama, y este día ofreció su testimonio durante el evento de concientización y prevención contra el Cáncer de mama, en la explanada del ayuntamiento de Cuernavaca.
Cuenta que el primer pensamiento que invadió su mente fue la muerte porque su madre falleció con ese padecimiento, un mes después que fue detectado.
Sus ojos lagrimean cuando expresa que sufrió en silencio porque no sabía cómo manejar la situación, no sabía cómo contarlo a su familia y por dos meses la depresión invadió su cuerpo porque no quería ser una carga para su familia. El médico le dijo que era mínima la posibilidad de vivir porque tenía un problema en el corazón pero suplicó a Dios no ser el instrumento de dolor para su familia.
“Me estaba dejando morir porque sentí que no podía ser una carga para mi familia, porque mi hijo, Robertito, dejó todo por mí, mi hija se empeñó en trabajar; no le importaba trabajar tiempos extras para que yo pudiera tener el ingreso económico y no interrumpir el tratamiento”, cuenta mientras seca sus lágrimas que caen hasta sus mejillas.
Luz María preguntó a su esposo, de oficio panadero, si quería huir pero él se permaneció a su lado y ahora juntos luchan para vencer esta enfermedad silenciosa junto con sus tres hijos, de 26, 19 y 18 años quienes abandonaron los estudios para apoyar en los gastos de la casa.
Sus hijos son los ángeles de su hogar, dice sonriente, porque el cáncer cambió sus planes pero Luz María se aferró a la vida y decidió huir de la depresión y levantarse de esa cama que la acompañó varios días; la mejor motivación es que la tomen de ejemplo por su lucha y por ayudar a sus compañeras.
Todos los días recorre las calles de la colonia Solidaridad en Temixco para vender galletas que elabora su esposo y así obtener un ingreso extra para seguir su tratamiento. Se dice bendecida y fuerte pero cuenta que es un proceso doloroso porque vio a sus compañeras salvarse pero también algunas perdieron la batalla.
Luz María fundó hace más de un año la Asociación “Caroma” cuyo significado es Caminos de Amor que la integran alrededor de 17 mujeres. Caroma es un espacio donde las mujeres pueden expresar sus sentimientos de manera libre, y entre ellas mismas se brinda ayuda. Está ubicada en la Unida de Quimioterapia del área de especialidades médicas del hospital Parres, en Cuernavaca.