Foto: Tony Rivera/CiudadanosMx

Por Leticia Villaseñor

Cuernavaca, Mor., 4 de diciembre.- El juez de  control Job López Maldonado dejó en libertad a los cuatro detenidos, familiares de seis personas que fallecieron en un operativo policiaco en Temixco, por considerar que el informe que presentaron los policías,  presuntamente agredidos durante el enfrentamiento, tuvo serias inconsistencias y falsedad de declaración, por lo que decretó la libertad inmediata de tres hombres y una mujer.

Los detenidos, cuyas iniciales son JVC, JAVR, GES y BEBC, fueron acusados de atacar a balazos a siete elementos de un grupo especial de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), la madrugada del 30 de noviembre, desde el interior de una casa de la colonia Rubén Jaramillo de Temixco.

La Policía Morelos dijo que, de acuerdo con datos de su departamento de inteligencia, esa madrugada fueron alertados que sobre la zona había hombres armados, disparos de arma de fuego y personas cautivas en calidad de secuestro.

Al acudir al sitio referido los sujetos armados presuntamente ingresaron a un domicilio y desde ahí iniciaron un fuego cruzado que acabó con la vida de cuatro mujeres, un adolescente y una bebé de tres meses.

Cinco presuntos agresores, cuatro hombres y una mujer se rindieron, fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público. Luego fueron imputados del delito de intento de homicidio en agravio de los policías.

El sábado la juez de control, Nancy Aguilar Tovar decretó legal la detención y formuló imputación por ese delito.

A la par, uno de los detenidos de 17 años, CVR, fue puesto en libertad por un juez del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes, cuyos magistrados resolvieron que fue retenido ilegalmente y se violentaron sus derechos fundamentales.

 

Más de un centenar de cartuchos que nadie disparó

Durante la audiencia de Vinculación a Proceso, la defensa a cargo de Víctor Javier Hernández Vega expuso sendas anomalías que derivaron en la libertad de sus cuatro representados.

Acorde al informe que rindió un perito de campo, balística y pruebas químicas de la propia Fiscalía General del Estado, la puerta de acceso al domicilio de la calle Francisco I. Madero de la colonia Rubén Jaramillo número 238 fue violentada, al igual que un cancel de acceso de la casa.

De las dos armas de fuego que encontró en el lugar de los hechos, una súper, calibre 38 y una 9 milímetros, sólo en la súper encontró cuatro cartuchos que coincidieron, según las pruebas de balística, pero de la veintena de cartuchos percudidos 9mm, ninguno correspondió al arma localizada en el muslo de una de las víctimas con el seguro puesto dentro de un baño. En ese lugar también fueron localizadas otras cuatro víctimas.

Según el peritaje de campo los cartuchos percutidos corresponden a cuatro armas distintas que no fueron ni encontradas en el sitio ni puestas a disposición.

“Si presuntamente hubo un fuego cruzado, cómo es posible que sólo cuatro cartuchos corresponden a un arma que sí fue accionada en la escena del crimen. En qué momento hubo un fuego cruzado, con qué armas, quién las disparó  y sobre quién, dónde están”, cuestionó la defensa.

De las cinco armas que entregaron los policías presuntamente agredidos, ninguno de los cartuchos encontrados, alrededor de un centenar, corresponden a éstas.

De las personas implicadas, seis que perdieron la vida, siete policías y cinco detenidos, ninguna dio positivo a la prueba de rodizonato de sodio que se usa para comprobar si hay restos de pólvora que dejan la mayoría de las armas al ser accionadas.

“Felicitamos a la Fiscalía que ahora sí actuó con imparcialidad, sin encubrimientos, porque esas pruebas dicen que ninguno de los policías dispararon y nosotros les creemos porque esos oficiales y esas armas no fueron los que participaron del operativo”, acusó Hernández Vega, abogado de los detenidos.

En cuanto a un chaleco que también puso a disposición uno de los policías, presuntamente con un impacto de bala en el pecho, éste se desestimó debido a que la perito que lo analizó no expuso ni el modelo ni número de serie pero que al término del análisis sí detalló.

Además sólo este elemento se presentó con el médico legista para verificar sus lesiones, que consistieron en dos rasguños por esquirlas de 2 y 5 milímetros en las rodillas, sin que el impacto de bala que presuntamente recibió dejó rastros.

Los demás policías no acudieron a certificarse y tampoco ninguno de los siete fue puesto a disposición como lo aseguró el comisionado estatal de Seguridad, Alberto Capella Ibarra horas después del operativo policial.

El perito de campo de la Fiscalía señaló que la escena no fue preservada una vez que acabó el presunto enfrentamiento, sino que hubo huellas de hurgamiento y saqueo. Además, del informe de dactiloscopia se encontraron huellas de un elemento policíaco estatal, Efrén Moreno Escutia, sobre un celular marca LG y una caja de un Iphone.

La vida de los policías nunca estuvo en peligro: juez

Para el juez López Maldonado, al informe que presentaron los policías le restó probatoria al no estar sustentado e incluso, entreveró, es falso.

Advirtió que según la relatoría oficial, el día de los hechos los policías tuvieron a la vista a JVC y JAVR (padre e hijo) quienes bajaron de dos camionetas y portaban armas de fuego en su mano derecha, lo cual pudieron constatar porque se encontraron a cino metros de distancia y la vía pública estaba iluminada.

“Los policías saben de armas y ni eso pudieron hacer, decretar qué tipo de armas portaba cada uno”, criticó el juzgador.

Señaló además que si los detenidos tuvieron intención de asesinar a los policías, motivo de la imputación, cuando uno de los elementos tomó por el hombro a JVC como refirió, y éste lo jaloneó y tiró al piso dentro del patio de la casa, “ese era el momento para dispararle, el elemento estaba en franca desventaja, pero no fue así, el sujeto que aseguró estaba armado se alejó de éste según consta en el reporte”, apuntó.

También hizo hincapié en que los policías dijeron que sólo dispararon en un corredor que rodea la casa pero al interior de ésta se encontraron cartuchos calibre 5.56 correspondientes  a las armas oficiales, dentro de la cocina, el comedor, un pasillo que conduce a las habitaciones y en dos de éstas así como cartuchos percutidos 9 mm.

Sobre las armas de fuego encontradas, tampoco dio credibilidad a que sólo una fuera accionada y le pareció inverosímil su localización debido a que el relato oficial expuso que los detenidos, cuando se rindieron, salieron del baño (única habitación con puerta), con las manos en alto y sin ningún arma.

La .38 mm, presuntamente la única accionada, fue encontrada en un pasillo, la 9 mm dentro del baño, sobre uno de los cuerpos y con el seguro puesto.

También referenció que fuera de la casa localizaron 9 cartuchos 5.56, lo que contradice que los elementos dispararon sólo cuando fueron agredidos al interior de la casa.

“Ahora resulta que nadie disparó pero hay seis personas sin vida y una cantidad de cartuchos percutidos”, recriminó.

Ante estas inconsistencias, decretó la no vinculación a proceso y ordenó la libertad de los detenidos, quienes a decir de Capella Ibarra, están vinculados con una célula criminal.