Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 16 de julio.- La Fiscalía General del estado recibió cuatro denuncias por el deceso de los bebés fallecidos en el Hospital Parres, presuntamente a consecuencia de una bacteria, y prevé el aumento de las mismas.
El titular de la dependencia Uriel Carmona Gándara explicó que hasta el pasado domingo se realizó la exhumación de los cuatro cuerpos correspondientes a dichas denuncias, e in situ se les realizó la necropsia así como estudios patológicos, sin que tengan listos los resultados.
Derivado de éstos se podrán desahogar las pruebas, a favor o en contra del Hospital General “José G. Parres”, para confirmar si fue una negligencia médica o sanitaria la que ocasionó las muertes de más de 9 recién nacidos, cuatro de ellos por la bacteria, según declaró la Fiscalía estatal.
Uriel Carmona explicó que en un caso correspondiente a Cuautla, uno de los menores murió a causa de malformaciones congénitas, sin que el deceso esté relacionado con alguna bacteria.
Sin embargo el curso de la averiguación previa de cada caso continua y será esta semana que el personal del hospital acuda ante el Ministerio Público. No vamos a ser la cubierta de nadie, advirtió el fiscal, pero no todos los casos se deben a un tema de presunta negligencia, señaló.
Ello a pesar de que no cuentan con todos los expedientes clínicos de los bebés y de la renuencia del hospital a entregarlos, ya que a decir del propio fiscal ya los solicitaron por segunda ocasión sin resultados positivos.
Adicional al expediente y del certificado, se realizarán los estudios alternos para cotejar los resultados, comentó.
La semana pasada circuló la versión que el rompimiento de la tubería de drenaje fue la causa del foco infeccioso, causa que también se investiga pero aún no se confirma ni descarta de manera técnica, tampoco se tiene el reporte de las esterilizaciones de la Unidad de cuidados Intensivos de Neonatal del nosocomio, antes durante y posterior a las defunciones, explicó.
América león, madre del menor Iker, quien nació el pasado 28 de mayo a las 32 semanas de gestación, explicó que su bebé tuvo una buena evolución e incluso por lapsos cada vez más prolongados le fue retirada la mascarilla de oxígeno al pequeño para coadyuvar al fortalecimiento de sus pulmones.
Sin embargo al mes de su nacimiento el bebé presentó dificultades para respirar y en cuestión de horas murió. El certificado de nacimiento, a pesar de que fue de manera prematura, señala que no tuvo enfermedades, anomalías congénitas o lesiones.
El certificado de defunción reveló que las causas de su muerte fueron coagulación intravascular diseminada, choque séptico (ambas por 7 horas) sepsis neonatal (13 días) y prematurez (32 días).