Por Leticia Villaseñor
Jojutla, Mor., 19 de septiembre.- La sala de los Figueroa esta en espera de algun visitante. Esos viejos sillones fueron parte de los pocos muebles que don Leonides, el patriarca de la familia, pudo rescatar luego del sismo del año pasado.
En el terreno, donde por piso tiene una capa de escombros, es amplio. Ahi vive con su hija, dos nietos y dos bisnietos, seis perros, guajolotes y dos patos.
Antes del sismo edificó tres pequeñas casas que se vinieron abajo. Pese a tener la documentación en regla, acudir infinidad de ocasiones ante la Sedatu y el organismo local de Unidos por Morelos, la familia no ha recibido ayuda alguna.
Los siete integrantes viven en las carpas que donaron diversas empresas y fundaciones el año pasado.
Como estancia hay una enramada y a un lado una casa hecha por tablones y lonas.
Don Leonides desconoce las razones por las que ha sido ignorado tanto por la Federación como por el gobierno local.
Acusa que los responsables de hacer el censo y la repartición fueron incompetentes y corruptos, pues asegura que hubo quien recibió ayuda en más de una ocasión.
Como don Leonides hay al menos una veintena de vecinos que están en la misma situación y hoy, durante el acto oficial que se llevó a cabo en la zona, lo hicieron evidente.
Colocaron cartulinas en las «fachadas» de sus carpas o en las casas a medio construir, en las demandaron conocer el destino de las donaciones tanto en especie como en efectivo.
La leyenda «La Zapata no está de pie», en alusión al discurso oficial que asegura que hay un 75% de de avance en la reconstrucción, fue reiterada.
El reclamo, además de las donaciones, va por la falta de entrega de paquetes de material para construcción, ser excluidos de los censos de damnificados y la falta de entrega de casas a pesar de estar concluidas.
Los damnificados deben vivir en carpas de plástico, a temperaturas que sobrepasan los 35 grados, además del polvo tanto de las calles en mal estado como de la arena, cemento y otros materiales acumulados sobre la vía pública.
Aunado a plagas como ratas que encuentran el «camino libre» hacia los pocos muebles y comida dentro de las lonas.
Además del temporal, que el pasado lunes desbordó el canal y anegó la zona.
La situación llegó a tal punto que además del reclamo contra autoridades, los afectados pidieron ayuda a la sociedad en general para hacerles donaciones y que, tras un año, puedan tener un techo seguro donde vivir.