Cuernavaca, Mor., 7 de enero.- A través de amparos el fiscal general Uriel Carmona Gándara espera resolver su permanencia en el cargo como el presupuesto que se le debe otorgar a la Fiscalía, conforma a un decreto gubernamental.
Precisó que desde agosto pasado, a través de un decreto, se le debió otorgar a la Fiscalía General del Estado un incremento presupuestal cercano a los 800 millones de pesos, de los cual se les adeudan unos 500 millones. Además está a la espera de que se autorice el presupuesto de este año, con un monto de 734 millones.
Con ello, dijo, la Fiscalía podrá subsanar las deficiencias con las que opera ya que en la actualidad “las 2 mil personas que laboran ahí hacen milagros con lo que hay”, pero adelantó que en caso de no recibir lo que se le adeuda de 2018 recurrirá al amparo para que se entregue el recurso faltante.
Asimismo expuso que el intento reiterado, tanto de legisladores como del ejecutivo estatal, de destituirlo del cargo que ocupará por nueve años, sigue en trámite por lo que recurrió al juicio de amparo.
Desde la llegada de la 54 Legislatura, el diputado Marcos Zapotitla, presidente de la comisión de Seguridad, impulsó la salida de Carmona Gándara por ser “herencia” del anterior sexenio, quien fue nombrado en febrero pasado y ratificado en su cargo por nueve años por la Legislatura saliente, afín en su mayoría al exmandatario Graco Ramírez.
El diputado José Casas reveló que el fiscal carece de los exámenes de Control de Confianza necesarios para su permanencia en el puesto, por lo que el ejecutivo pidió al congreso su remoción pero al no llegar a un consenso la petición fue rechazada.