Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 10 de abril.- Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, aseguró que Francisco I. Madero era un hombre bueno, que no actuó de mala fe “sólo no comprendió la importancia que tenía la tierra para los campesinos del sur”, en pleno acto oficial del centenario luctuoso de Emiliano Zapata.
El evento se realizó por primera vez en un sitio distinto a Chinameca, sitio donde fue asesinado el general o de la ciudad de Cuautla, donde descansan los restos del jefe revolucionario.
Por primera vez también en varios años el cerco de seguridad fue ostentoso, sin el acercamiento con la sociedad que en sus visitas anteriores fue sello de las mismas.
Durante su intervención, donde estuvo acompañado de todo su gabinete, del goberndor Cuauhtémoc Blanco, anunció que el programa conocido como Procampo, ahora Producción para el bienestar, que anteriormente sólo se entregaba a grandes productores de granos básicos, incluirá a los pequeños y medianos productores, además de incluir a todos los cañeros de Morelos y el país.
En el desarrollo de su discurso empoderó la figura del presidente Madero sobre el Caudillo del Sur a pesar de las diferencias entre ambos líderes cuyos puntos de quiebre determinaron el desarrollo del movimiento revolucionario mexicano y que datan de 1911.
Desde la Plaza de Armas “Emiliano Zapata” de Cuernavaca pidió a la concurrencia, en su mayoría simpatizantes y afiliados al partido de Morena, “no desdeñar la participación de Francisco I. Madero que era un hombre bueno, demócrata; que pensó que podían haber libertades en el país manteniendo el mismo orden político sin apoyarse en el movimiento social, sin hacer alianzas con los que luchaban por la justicia y de manera muy especial, con el movimiento que encabezaba Emiliano Zapata”, dijo.
Al inicio, abundó, cuando triunfó la revolución maderista hubo un acercamiento entre Madero y Zapata pero los que no querían la justicia social se esmeraron en separarlos y por circunstancias de distinta índole no se logró ese acuerdo. Madero se quedó sin base social y por eso fue victimado, asesinado de manera cobarde; es el apóstol de la democracia, subrayó.
En tanto, señaló, Emiliano Zapata siguió luchando por la tierra, la justicia, nunca se doblegó; hay muchas pruebas, muchos testimonios de su lealtad al pueblo, de su lealtad a los campesinos y de su honestidad, un dirigente que no se evidenció, que no traicionó.
Pero, advirtió, como Madero era del norte, hacendado, no entendía bien lo que eran las comunidades agrarias del sur y del sureste, no actuaba de mala fe, es que son dos mundos distintos y no comprendió la importancia que tenía la tierra para los campesinos del sur.
El discurso del presidente sólo fue interrumpido en una ocasión por estudiantes de la Universidad de Chapingo, a lo que el presidente pidió que resolvieran sus problemas de manera interna y a través del diálogo.
A diferencia de las dos visitas anteriores del mandatario federal, ninguna pancarta, ninguna manta, ninguna consigna en contra se vio durante el evento oficial, ni dentro ni fuera del lugar, sitiado por elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Federal y Estatal.
Al terminar la ceremonia protocolaria, un reducido grupo de simpatizantes de Alfonso Miranda, el candidato ganador a la alcaldía de Amacuzac preso por secuestro y delincuencia organizada en Durango, pidieron de nueva cuenta su intervención en el caso.
Andrés Manuel sólo se acercó a ellos para tomarse un par de fotografías y por breves minutos convivió con algunos de sus simpatizantes, luego subió a su camioneta y partió del lugar