Por Ernesto Aroche Aguilar / ladobe.com
Aunque en el debate del caso IFAI vs Google lo que se discute es la petición de un particular para borrar del motor de búsqueda una serie de enlaces a notas que muestran información negativa a su persona, lo que en realidad está en juego es “el derecho al olvido”, una situación que abre, según reconoce Patricia Kurczyn, integrante del organismo federal, la posibilidad de que se borre contenido de empresas periodísticas y sitios de noticias.
Y que con ello, reconoce también, se vulnere el derecho a saber de una sociedad contra el derecho al olvido de un particular.
Pero, qué es el derecho al olvido, así lo plantea la integrante del pleno del IFAI:
“A ver, le voy a poner un ejemplo ¿Qué pasó en 1968? ¿Cuántos jóvenes no fueron a dar a la cárcel? ¿Cuántos de esos jóvenes no rehicieron su vida? ¿Cuántos de ellos se encuentran en las redes sociales sus nombres, como unos luchadores sociales pero que estuvieron en la cárcel y tal y tal? Para algunos ya no quisieran acordarse de esto, eso es algo que no debería existir, ni quieren que sus hijos se enteren porque estuvieron en la cárcel o la gente con la que tienen negocios se enteren que estuvieron en la cárcel, y tiene todo el derecho. Hayan sido o no hayan sido culpables, porque finalmente la pena a la que fueron sancionados ya pasó, ese es el derecho al olvido”.
En una charla luego de dictar una conferencia en el marco del Día Internacional de Protección de Datos Personales, Patricia Kurczy, doctora en derecho por la UNAM con especialidad en derecho laboral, habla también de los retos de la recopilación masiva de datos en el mundo digital y de las empresas que se dedican a traficar con información personal de empleados que suministran a oficinas de recursos humanos, es decir una lista negra basada en rastreos en internet.
-La información que damos por vía internet, toda la información que nosotros damos porque le mandamos a un amigo el número de teléfono y la dirección, porque mandamos nuestra tarjeta de crédito para pagar determinada situación, porque nos mandan nuestros exámenes clínicos por correo electrónico, todo eso se queda ahí grabado. Ahí está. ¿Quién hace uso de esto? Aquel que sabe usar la cibernética y está buscando cómo molestar. A lo mejor están buscando quiénes tienen un padecimiento como el VIH para luego extorsionarlo, o para publicarlo, o para vendérselo a las agencias. Un tema: las agencias para la discriminación laboral. Usted sabe que hay compañías que se dedican a darle información a los empleadores, que dicen: a ver, voy a contratar a Mario López, búscame quién es Mario López, y la empresa le dice: no Mario López trabajó en tal lugar tres meses y se peleó con el patrón y lo corrieron, y los demandó. Mario López trabajó en tal lugar pero duró muy poquito por que era muy flojo, y porque tal y salió. Y toda la historia laboral de la persona la venden. Esa empresa lucra con la información, que lo único que hace es estar buscando información en los boletines oficiales de las juntas de Conciliación y Arbitraje, o con información que van pescando y es tal el avance en la materia que van haciéndose de acopios muy importantes que luego los venden.
El derecho al olvido vs el periodismo
-Doctora, sobre el tema del proceso contra Google, ¿están abriendo la posibilidad a ejercer el derecho al olvido?
-Es el derecho al olvido.
-¿Y dónde queda el derecho a saber?
-Eso es lo que estamos viendo. Si se trata de una persona que ocupa un puesto público, ahí tenemos unas limitaciones. Si esa persona que ocupa un puesto público debe tener una mayor apertura de sus datos personales, o al menos de algunos de ellos. Vemos que en las páginas de las instituciones de gobierno aparecen los sueldos de las personas, de los funcionarios, cosa que no aparece si abre usted el portal o las páginas de Coca Cola, o de cualquier otra empresa, no dicen cuánto ganan sus empleados, sus colaboradores. Es por ese motivo que tenemos que ver cuándo sí, y cuándo no.
Ahí está el detalle que yo decía, justamente el equilibrio de hasta dónde llega el acceso a la información, y hasta dónde llega la protección de los datos personales. Es decir, hay casos de salud pública que son gravísimos, se presenta una emergencia y sabemos que hay personas que tienen una infección y que no quieren participar en el hospital, o no quieren curarse, sabe qué, sí tenemos que decir quién es esa persona, porque hay que buscarla y encontrarla porque tiene un problema de salud que va a ser un foco terrible para la sociedad en general, entonces no podemos tampoco definir tajantemente.
Ahora, en términos generales sí, los funcionarios públicos pues toda nuestra información está en internet.
-¿Y ese es el elemento a considerar, que sean funcionarios públicos?
–Sí.
-¿Es decir, gente que tenga antecedentes criminales o alguna situación así, también se les concede el derecho al olvido?
-Exactamente.
-¿Hasta qué punto esto puede impactar en los medios de comunicación? Porque el caso que está discutiendo ahorita es sobre un motor de búsqueda y la indexación de esa información, pero en el caso de los medios que nos dedicamos a manejar información seguramente de datos personales, ¿de qué manera nos impacta?
-Ese es un tema que tenemos que analizar con mucha profundidad, porque yo puedo decir algo que presumo que existe, y además mi obligación es informar, estoy en el tema de la información, debo dar la información que yo me encuentro, usted no está acusando directamente. Si usted dice: sí, ya encontramos que tal funcionario hizo tal cosa y lo asegura y lo asevera y todo, pues se puede buscar algún problema, por eso ve usted que ahora hay algunos políticos que dicen: ah, ahora lo voy a demandar porque me está difamando y porque está diciendo algo que no corresponde.
Yo creo que eso que también depende de la responsabilidad que tienen los medios de comunicación, que cuando son responsables pues no tienen más problema que el de dar la información que tiene que dar.
-Pero más allá del asunto ético y de obligación de confirmar la información, que es lo que nos toca, el asunto es el derecho al olvido, es decir ¿cualquier puede llegar y decir: oye, pues la nota que sacaste hace tres años necesito que la borres?
-Sí, exacto. Exacto.
-¿Y nuestra responsabilidad con los lectores?
-No pues ya lo leyeron. Ya pasó.
-Pero, parte de la riqueza de los medios son sus hemerotecas.
-Usted guárdelas, las hemerotecas las guardan, usted puede conservarlas, pero si alguien llega a decirles: tú tienes una entrevista que te concedí tal día a tal hora, ya pasó un año, quiero que la borres, pues tendría que borrarla.
Es un debate interesante, pero lo que tendríamos que pensar es, póngase usted en su lugar.