Por Rosalío González / zocalo.com.mx

México, D.F.- Una generación de niños sobresalientes se define por primera vez en Saltillo; autoridades, padres y profesores han iniciado desde años recientes campañas en su búsqueda y posterior vinculación a actividades que les permitan desarrollar sus capacidades y convertirlos de problema en solución.

En el 2010, se había identificado a 255 niños coahuilenses con dotes. Dos años después, las autoridades aumentaron la cobertura y el esfuerzo logró ubicar a 6 mil niños con diferentes niveles y campos de genialidad en el estado, con una mayor concentración en Saltillo y Torreón.

Las cifras son contundentes, 5% de los niños en Coahuila tiene capacidad de aprender con mayor rapidez que el promedio, y algunos casos son tan destacados que deben ser atendidos por la Dirección de Educación Especial de la Secretaría de Educación.

Los niños pueden destacar en actividades y disciplinas como la investigación, las matemáticas, las ciencias, el deporte o el lenguaje artístico; hay quienes sólo desarrollan una, mientras otros como Ailyn Tolentino trabajan dos o más al mismo tiempo.

La mayoría de los casos son detectados por los profesores y psicólogos de las escuelas, quienes determinan e informan a las autoridades educativas cuando hay un caso particular que necesita pronta vinculación con alguno de los talleres que Educación Especial implementa.

SOBRESALIENTES, NO GENIOS

En la Dirección de Educación Especial los niños sobresalientes son clasificados en cuatro grandes campos: los que tienen potencial científico-tecnológico, los enfocados al arte, los que desarrollan cualidades humanísticas-sociales y los que tienen capacidad motriz.

Y para ser considerados dentro del programa deben destacar significativamente del grupo social y educativo al que pertenecen, característica que a muchos de ellos los aleja de su entorno, para adentrarse en su propio mundo que sólo ellos entienden.

Hay quienes ingresan con alto rendimiento en un campo y en el proceso desarrollan otro con aparente facilidad, “es porque cuando tienen noción de la disciplina y aprenden a dominar su energía es más fácil para ellos crecer y crecer en lo que se proponen”, dice la educadora con especialización en psicología infantil, Zulem Guadalupe Rubio López, del kínder Narciso Mendoza.

También hay niños con talento específico, es decir que presentan un conjunto de competencias que los capacitan para dominar la información dentro de un área específica.

“Las estrategias y el desarrollo no es igual en cada niño y tampoco en cada campo; es muy diverso. Los de arte y los matemáticos tienen marcadas diferencias, mientras los primeros tienen capacidad auditiva y visual privilegiada, los matemáticos tienen una impresionante memoria, aunque al fin son superdotados y comparten características”, explica Rubio López.

Los niños con desarrollo académico sobresaliente se caracterizan por su rendimiento, interés por el conocimiento nuevo y el autodidactismo, comprenden y aceptan la autoridad, aunque sean críticos con ella; se concentran con facilidad, siempre y cuando le interese el tema, y se rigen en un afán de persistencia y perfeccionismo.

INFANCIA DIFERENTE

“Tener un niño sobresaliente, genio, en tu salón de clases es muy gratificante como profesor, pero es también una oportunidad para crear una estrategia que lo ayude, y es solamente una parte del desarrollo, estos niños necesitan seguimiento permanente”, dice la psicóloga infantil.

El diagnóstico para un niño sobresaliente lo dan las autoridades educativas con apoyo de profesores, psicólogos y los mismos padres de los niños. En Saltillo, por ejemplo, existe la Red de Padres, un grupo donde los progenitores de familia comparten sus experiencias y organizan actividades para aprender sobre cómo continuar apoyando a sus hijos.

“Los padres viven con los niños. A diferencia de los compañeros o los profesores, los padres comparten la mayor parte del tiempo con ellos, entonces debemos explicarles cómo tratarlos y apoyarlos. Un niño superdotado generalmente no genera problemas cuando está haciendo lo que le gusta, sin embargo, hay que definirles muy bien los límites de la autoridad”, comenta la psicóloga.

Muchos niños con capacidades destacadas son descartados por impedimentos como la falta de organización, trabajos incompletos, ausencia de argumentación; experimentan realidades diferentes, por lo intensos que se vuelven, no priorizan intereses y el desafío a la autoridad.

Y a pesar de que las autoridades han expandido las campañas, según el profesor encargado del taller de pintura de la Dirección de Educación Especial, cada vez son menos los niños que llegan y más los que se van.

“Desde hace como tres años comenzó la escasez, creo que hasta un 50% de reducción, ahora son pocos los niños, pero todo tiene explicación, muchos de ellos no aguantan llevar el ritmo de la escuela y el de otras actividades. Yo he hablado con la directora de Educación Especial para que les reduzcan actividades en la escuela y puedan continuar viniendo a hacer lo que les gusta, pero no podemos hacer nada”, explica.

La consistencia y rendimiento terminan siendo una gran prueba para estos niños, y al mismo tiempo, una muestra de su genialidad; en cambio, hay otro factor que preocupa, “cuando terminan la secundaria ya no pueden venir a los talleres porque sólo es hasta tercero, entonces los talentos que formamos terminan sin un proceso de seguimiento, creo que eso es lo que a mí más me preocupa”, dice el profesor del taller de pintura.

Las estrategias son tres: aula, dentro y fuera de la escuela. En el aula se hacen modificaciones de la dinámica del trabajo, espacio, técnica y procedimiento de la enseñanza; en la escuela se implementan talleres, concursos y programas; mientras que fuera de la escuela los niños deben ser enviados a otras instituciones para recibir atención, por ejemplo, el taller de arte.

DIARIO APRENDIZAJE

En el centro de una periferia irregular de estantes amarillos, unos más retacados que otros con libros de tamaños y pastas dispares, un grupo de niñas y niños ocupan cuatro de las tantas mesas dispuestas para lectores, de los cuales no hay ninguno.

Sobre las mesas, grandes cuadernos de hojas delgadas como alas de mariposa y blancas como el vestido de una novia son utilizados para dar vida a proyectos y obras artísticas que acaparan la energía de los colores, las pinturas, los gises, el óleo, las tintas y el talento.

Los pintores tienen entre 7 y 12 años y vienen de diferentes escuelas de Saltillo, para encontrarse con su mayor placer: el arte. Son la diferencia entre la mayoría, aunque aún no se asumen como genios, sí saben que son niños… especiales y que por eso, entre otras cosas, están pintando.

Ahora mismo el taller no llega ni a la docena de miembros, pero con el tiempo han descubierto que no son los únicos y les agrada la idea de que su grupo crezca, esperan que pronto otros lleguen al taller con el mensaje que traían ellos, “Es un niño sobresaliente, necesita sobredesarrollarse”

ATENCIÓN URGENTE

“Luis Ángel es un caso particular, tiene las capacidades artísticas necesarias para estar en el taller y también tiene toda la energía de cualquier niño: platica, corre, brinca, expresa mucho más que la mayoría de sus compañeros en este taller”, explica el profesor del taller de pintura de Educación Especial, de la Biblioteca Central de Saltillo, José Luis Martínez Cuéllar.

En el recinto, donde martes y jueves se reúne el taller de pintura, los niños no alteran el paisaje, el lugar está casi en absoluto silencio sino fuera por la tímida voz del profesor que los dirige; todos están acostumbrados a la limpieza de su lugar de trabajo, concentrados en lo que están haciendo, por esa casi obsesión por la perfección.

La distribución no es cuestión de sillas sino de mesas, cada uno trabaja en una mesa diferente para evitar lo que Marcela, una niña de 9 años, llama “invadir nuestros espacios”.

“Descubrirlos a tiempo puede evitarles muchos problemas a estos niños y pongo tres ejemplos prácticos: se frustran porque se aburren fácilmente de las cosas y situaciones; no siempre son bien recibidos por grupos de niños que no tienen sus cualidades –esto los aleja–, y algo muy importante, en ocasiones son mal diagnosticados como hiperactivos o con déficit de atención, siendo que realmente son superdotados”, explica la psicóloga.

Al respecto, en el Senado de la República unas congresistas presentaron una iniciativa para diagnosticar a los niños superdotados a tiempo, evitando lo antes comentado por la educadora y para reducir los casos de bullying.

Y, ¿cómo es realmente un niño genio?, ¿qué piensan cuando están concentrados perfeccionando lo perfecto?, ¿se sienten diferentes?, ¿qué quieren ser de grandes?, ¿a qué juegan?, ¿qué los divierte?, ¿ven televisión?, ¿tienen tiempo libre?, ¿qué hacen en un día?, ¿qué opinan de México?

“Atiende lo que te preguntan, ahorita sigues pintando”, le dice cinco veces su mamá a Luis Ángel, pero sus palabras no surgieron efecto, él está concentrado, dibuja sobre un lienzo lo que serán unos caballos azules que salen a todo galope del mar o del viento, o quizá ni siquiera sean caballos.

“Él llegó aquí desde los 3 años”, dice su mamá. “Debo tener cuidado con las pinturas, porque ya manché un libro”, dice él, explicando la razón por la que no levanta la cara de su lienzo. “Oye, ya nos tenemos que ir, ya se acabó”, vierte nuevamente su mamá. La respuesta es el silencio, la negación a acatar un horario programado, la evidente resistencia a abandonar lo que está haciendo.

La intolerancia a lo monótono es una característica de los niños superdotados, por eso su compromiso con el arte, una disciplina creativa que quiebra lo común.

Además de la pintura, Luis Ángel juega futbol, y “tiene una energía impresionante, imagina toda esa energía concentrada en el arte y el deporte, es una bomba”, dice el profesor.

PINTAR EN ÓLEO

En la mesa del centro, sola, con los brazos extendidos sobre la superficie plana de la misma, Marcela Cavazos pinta frutas con tinta china en su libreta de dibujo.

“Ya me desesperé un poco porque ya quiero pintar en óleo”, dice mientras voltea hacia atrás, donde José David pinta un lienzo sostenido por un caballete alto, estético; la estampa es elegante, definitivamente, el objetivo de Marcela, pero tendrá que tener paciencia porque esa es una de las enseñanzas del taller, saber esperar el momento de avanzar.

“Ven a vernos cuando yo esté pintando en óleo o déjame enseñarte otros dibujos, no es el primero que pinto”, sugiere y explica, mientras hojea su cuaderno.

La competitividad tiene mucho significado para ella, además de otra característica peculiar: el interés por compartir y divulgar sus logros. “Voy a taekwondo y me gusta escuchar música”, termina.

Marcela da su propia versión de la lejanía de todos sus compañeros: “Los conozco a todos, pero no quiero distraerme porque no tenemos mucho tiempo”.

Cuando sea adulta, quiere dar clases y transmitir su conocimiento a otras personas, y actualmente está en el proceso intenso de lectura, “leo cuentos, me gusta mucho leer”.

Sólo eso y se terminó la conversación. Su pluma entró en un espacio crítico de la obra que pinta, esas curvas la absorben al máximo y la comunicación se corta, se esfuma, para ella ya no hay nadie a su alrededor, solamente su dibujo y el infinito color negro de la mesa.

‘ME GUSTA PICASSO’

La mesa de a un lado se encuentra invadida por más que pinturas y pinceles. Ailyn Tolentino ha puesto sobre su espacio una libreta tipo inglés y algunas plumas y lápiz; usa lentes desde hace un año y como los demás está pintando, lo hace sobre un papel cascarón, la pintura es lo más parecido a un arcoíris difuso.

Ella es de estatura pequeña, curiosa, voltea a ver todo aquello que se mueva cerca de su espacio de trabajo. De pronto, el profesor está junto a ella explicándole qué es lo que hará y juntos eligen la próxima obra.

“A mí me gusta Picasso, hace algún tiempo pinté una réplica de uno de sus cuadros”, dice Ailyn. La obra de la que habla es “Mujer Sentada”, que en versión original se subastó en 13.4 millones de dólares hace tres años en Nueva York.

Es la primera niña que habla de juguetes en este lugar, en la pasada Navidad pidió un juego “Operando” a Santa Claus, “es que me gustaría ser doctora cuando sea grande”.

Sin embargo, ella reconoce que lo que mejor le sale son las matemáticas y muestra su cuaderno que lleva a todos lados para comprobar lo que dice. Se trata de unos apuntes limpios, números perfectamente hechos, sin prisa, cual pintora, cada página es estética, una tras otra. Al final, un sello de “supervisión”. Su profesora eligió su libreta de entre todos para representar el trabajo que han hecho.

Pero su energía y genialidad le permiten más, así que en aquellos espacios donde no había qué hacer, ahora está la clase de ballet, y recuerda sus clases con los ojos invadidos de ilusión, “me gusta bailar, lo disfruto tanto como la pintura, no sé si podría elegir solamente una cosa por hacer, creo que puedo hacer las dos cosas”.

“Y últimamente ha hecho costumbre cocinar, hace cupcakes con su hermana y nosotros la ayudamos, creo que eso también le gusta mucho”, y sí, le gusta tanto que ya planea aprender a decorarlos, seguramente serán una obra de arte cada uno. Como la mayoría, no está muy involucrada en relaciones interpersonales.

PINTURA, MÚSICA Y CIENCIA

De pie, frente al lienzo sostenido por el grillete, José David Sarabia pinta una obra que él eligió, es un soldado del popular videojuego Halo. Es el más grande de edad en el taller, ha cumplido cinco años practicando la pintura, es experimentado y su genialidad engrana perfecta con la de sus compañeros, ahora, es el ejemplo de varios de ellos.

Su potencial está focalizado a tres grandes vertientes: la pintura, la música y las ciencias, actualmente practica todo. Asiste a una rondalla y sus calificaciones en la secundaria son presumibles.

“Lo más admirable de José David es la perseverancia que tiene, esa constancia de un niño y ahora un adolescente sobresaliente, dedicado, pues realmente lo que es, un superdotado”, dice el profesor Martínez Cuéllar.

“A veces se me complica mucho por la escuela y termino la tarea a las 12 o una de la madrugada, pero no importa, porque yo quiero ser pintor y sé que tengo que hacer sacrificios”, dice mientras limpia sus manos con un trapo.

Es el único de todos que quiere ser pintor profesional, es fanático de René Magritte y el surrealismo que éste pinta. “Pinté una de sus obras y quiero ser como él, son pinturas que cada quien entiende diferente, no te limita ni te da todo completamente pensado, uno mismo tiene que observar y pensar”.

La madurez temprana, una de las características de los niños genio, ya hizo efecto en José David y ahora desarrolla una cualidad más, la hipersensibilidad social y moral.

“Quiero que lo que haga sirva a la humanidad, no sé si soy tan inteligente como dicen o si hay otros mejores que yo, lo que me importa es que en el futuro mi trabajo sirva a la gente”, dice.

Asiste a primero de secundaria en el plantel Miguel de la Madrid y tiene una posición respecto a la política y los fenómenos sociales que pasan en México. Su apuesta, es el arte, tanto como la educación y el apoyo de la familia.

Su madre sabe lo que es andar de taller en taller y actividad en actividad. José David no para en el día y ella lo sigue, lo impulsa, lo contempla sentada, lejos de él para no interrumpirlo, sabe que está tomando su papel, el de una madre especial con un hijo genio.

“Si en este país los hijos fueran apoyados por los padres y hubiera posibilidades de que el arte se acercara a todos, sin importar la clase social, México ya hubiera cambiado, creo que el arte y la educación son la solución” dice.

Finalmente da un mensaje que seguramente ha pensado muchas veces: “El arte da valor a la vida; los delitos la devalúan al grado de dejarte en cero”.

Actualmente está viviendo el proceso de la música, la lectura y la escritura, descubrió que tiene potencial para estos tres campos, “creo que sí puedo desarrollarlos, alguno más que otro”. Está planeando escribir y su gusto por la lectura nació con Harry Potter.

DOTES AL MÁXIMO

La palabra genio se refiere a una persona muy inteligente o con gran capacidad para crear o inventar cosas nuevas y admirables, lo sorprendente es cuando estos genios son niños y dan cátedra a una sociedad con problemas culturales y sociales tan complejos.

Adaptados en cierta medida al paisaje urbano, son niños que a veces ocultan su capacidad, para ser aceptados; que encuentran poca gente con la que hablar de los temas que les interesa, por eso no hablan tanto. Tienen espacios delimitados que no les gusta sean invadidos; son perfeccionistas y administran junto a sus padres agendas saturadas de actividades.

“Muchos de ellos quieren estar solos, pero ocupados para no pensar en que están solos, es una situación compleja, como muchas de las que ellos practican; soledad ocupacional, diría yo” afirma Zulem Rubio.

Sus dotes son aplicados a un máximo nivel, el perfeccionismo para ellos es el pan de cada día y la dedicación absoluta es realmente eso, una plenitud y temple inquebrantable.

“Estos niños demuestran ser genios cuando entran a la secundaria y su mundo se complica más, aquí solamente quedan los más tenaces, insistentes y con un alto grado de superación”, dice el profesor.

Él reconoce los reservados que son estos niños, los entiende, sabe el dilema en el que entran sus vidas en la edad en la que pasan a la adolescencia, y él se ha convertido en lo más parecido a un guía que toma todo un mundo de energía para encaminarlo y concentrarlo en la bondad del arte.

“A muchos les dicen que desistan, algunos son mal vistos por otros. A quienes quieren dedicarse a esto siempre la gente les pondrá obstáculos y los hará creer que esta profesión no da ni para comer, pero se equivocan, y los niños como ellos deben tener esa capacidad intelectual para diferenciar y decidir si lo que hacen les sirve o no”.

“Yo no soy diferente”, dice Luis Ángel. “Sí, soy especial”, se asume Ailyn. “¿Genio? Yo creo que soy artista”, contesta Marcela. “Soy diferente, pero no por otra cosa más que porque quiero ser pintor y voy a ser pintor, como Magritte”, cierra José David.

SÍNTOMAS DEL TALENTO

Capacidad verbal
Capacidad de observación
Imaginación y creatividad
Activación
Perfeccionismo
Madurez temprana
Sentido de libertad
Sentido del humor agudo
Curiosidad
Sensibilidad emocional
Autodidactismo y rapidez mental

POSIBLES PROBLEMAS

No escuchan a los demás; inconsciente o conscientemente manipulan a otros.

Se estresan porque generan análisis avanzados de situaciones comunes.

Se frustran si sus pensamientos no se pueden convertir en realidad.

Necesitan pocas horas de sueño y si no están haciendo algo productivo, terminan haciendo algo destructivo.

No alcanzar metas en tiempo y forma les genera sentimientos intensos y negativos.

Tienen problemas de adulto, se los generan en su pensamiento.

Su idealismo los lleva a desafiar la autoridad y ha negarse a someterse a un horario programado.

Pueden ser groseros o lastimar sentimientos de otros niños.

Toman más actividades de las que pueden hacer, y aun cuando tienen energía, el día tiene 24 horas solamente.

Necesitan soportes emocionales y afectivos en determinados momentos, sobre todo cuando no logran lo que quieren.

Se aburren, terminan fugando su mente a otro razonamiento, aunque estén físicamente en la clase o plática.

EN MÉXICO, INSUFICIENTE APOYO

• El 96% de los niños mexicanos que tiene un Coeficiente Intelectual (CI o IQ) superior a 130 puntos pierde sus capacidades sobresalientes antes de llegar a la edad adulta. Esto se debe a que enfrentan numerosos obstáculos sociales como el diagnóstico equivocado, bullying escolar, aislamiento y depresión, que frenan su apetito por aprender.
• Existen más de 100 pruebas estandarizadas para medir el IQ de un niño. Las más utilizadas incluyen la solución de problemas o tareas de lógica y secuencias numéricas, temporales o espaciales como los llamados: Stanford-Binet Intelligences Scales (SB5), el Wechsler Adult Intelligence Scale (WAIS), el Wechsler Intelligence Scale for Children (WISC) y Differential Ability Scales (DAS).
• El sicólogo Lewis Terman estableció, en 1916, la escala de inteligencia llamada Stanford-Binet que define como superdotado a todo aquel que rebase 130 puntos en un test de IQ, ya que 95% de las personas a quienes se aplican las pruebas obtienen entre 70 y 130 puntos.

¿POR QUÉ SON SUPERDOTADOS?

• De acuerdo al Departamento de Psicología del Centro de Atención al Talento (Cedat), institución mexicana que ha realizado una investigación sobre el perfil psicológico de niños con IQ elevado, informa que en muchos casos el factor de talento es biológico.

• Entre los datos más interesantes que arroja el estudio “Perfil del Sobredotado” del Cedat es que los niños estudiados fueron amamantados por más de nueve meses, cuando la media nacional es de tres meses.

• Los niños sobredotados presentan una mejor salud visual, solamente el 17% de ellos requiere de dispositivos de corrección visual (como lentes), contra la media infantil en México (que es de un 30%).

• El 84% de los niños sobredotados tiende a ser distraído en clase, lo cual puede llegar a ser visto como un problema de aprendizaje o de capacidades.