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Redacción SL

Cuernavaca, Mor., 28 de julio.- El cubrebocas ha dado mucho de qué hablar en esta contingencia. Al inicio de la cuarentena el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, aseguró que no había una clara evidencia que demostrara que el cubrebocas era un método efectivo para evitar el contagio y la propagación del virus SARS-CoV-2. Más adelante rectificó e invitó a la ciudadanía a usarlo, a pesar de que en la página oficial destinada por el gobierno federal para la información del Coronavirus, señala que “los cubre bocas no son fuente de protección, ya que los ojos quedan descubiertos y también son una vía de entrada de la enfermedad. Sirven para impedir que el enfermo propague gotas de saliva”.

El 5 de junio, la Organización Mundial de la Salud actualizó sus recomendaciones para la reducción de la propagación del nuevo virus, y señaló que la población en general debe usar el cubrebocas en áreas públicas donde hay riesgos de transmisión de Covid-19.

La OMS también declaró que el uso del cubrebocas no garantiza la protección total del individuo que lo porta, ya que el virus también puede entrar por los ojos. El uso del cubrebocas solo evitará que las gotículas disparadas de otro individuo infectado no pasen a otra persona.

La doctora Paola Johana Hernández Rodríguez, coordinadora auxiliar de vigilancia epidemiológica de la Oficina de Representación del IMSS Ciudad de México Norte, afirmó que el uso del cubrebocas es muy importante para la no propagación del Coronavirus. “Éste lo que hace es proteger en un 70 por ciento que la persona enferma no transmita la enfermedad ni permita la salida de secreciones.

“Si yo persona enferma no utilizo cubrebocas y tú persona sana sí haces uso del mismo, la eficiencia baja hasta un 20 por ciento. Y si ambas personas, enferma y sana, usan cubrebocas esa efectividad aumenta hasta en un 80 por ciento de protección”, aseveró.

México contabiliza más de 300 mil casos de coronavirus activos sin aún llegar al pico de los contagios y tampoco lograr aplanar la curva epidemiológica.