Cuernavaca, Mor., 5 de agosto.- Los delincuentes que han violentado las parroquias de la Diócesis de Cuernavaca no están robando objetos de valor comercial pero sí de valor para la iglesia, cuando se llevan el copón que contiene las hostias consagradas para la comunión de los fieles.

Así lo expresó el director de Asuntos Religiosos del gobierno estatal, Luis Héctor Herrera y señaló que los delincuentes se llevan el copón porque al ser de color dorado suponen que es de oro, pero en realidad está elaborado de latón.

“Lo peor del caso es que no se roban nada importante para el ladrón pero sí para la iglesia o los feligreses cuando se llevan las hostias consagradas. No es arte sacro, lo que se llevan es el copón que es dorado y piensan que es de oro; en eso consiste su error”, dijo.

En este sentido, informó que mañana se reunirá con autoridades de la Diócesis porque por lógica en cada iglesia debe haber al menos una cámara que ayude en la investigación.

la reunión de mañana, adelantó, que ofrecerá su intervención para trabajar junto con autoridades de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), porque el problema es cómo resguardar todas las parroquias de Morelos.
Lo anterior, luego de que el obispo Ramón Castro Castro denunció que la Diócesis de Cuernavaca padece una ola inaudita de robos en las parroquias del estado.

Ayer en sus redes sociales, el obispo dio cuenta del tercer robo que ocurrió en menos de diez días, y expuso que la noche del martes fueron saqueadas la Casa Parroquial y las oficinas de Atlatlahucan, en los altos de Morelos.
En su mensaje agregó: “Como suele suceder la impunidad habrá de reinar. Dios nos ayude».

En lo que va del año la iglesia católica lleva documentados al menos tres robos, el primero en la capilla de Guadalupe de la parroquia Santa Rosa de Lima, en la capilla del Señor de la Cosecha de la parroquia de Progreso y ayer en la Parroquia de Atlatlahucan.