Cuernavaca, Mor., 17 de septiembre.- El fiscal general de Morelos, Uriel Carmona Gándara reiteró ante los legisladores locales que no ha cometido ningún delito e insistió que el procedimiento iniciado en su contra para retirarle el fuero es una persecución política, porque no forma parte del equipo del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo.

“Aquí me van a tener, hasta donde tope», manifestó y señaló que este procedimiento tiene su origen el 2018 cuando fue nombrado fiscal general por los diputados de la antepasada Legislatura.

“Como no soy del equipo de trabajo del gobernador, por eso solicitó a los diputados de la pasada legislatura mi destitución acusándome de que no tenía las evaluaciones de control y confianza. Durante estos tres años de administración de Cuauhtémoc Blanco se me ha presionado de diferentes maneras, por diferentes personas de alto nivel en la política estatal y nacional para obligarme a renunciar”, dijo Carmona Gándara.

En diciembre del año pasado, señaló, al no lograr su destitución en el plano local, el mandatario morelense solicitó ayuda a la Fiscalía General de la República (FGR) para que pida su desafuero ante la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión con el argumento de que cometió el delito de ejercicio indebido del servicio público, porque no tenía los exámenes de control y confianza.

Así respondió el fiscal general durante la comparecencia ante diputados locales y en la cual el legislador de Movimiento Ciudadano (MC) Julio César Solís expresó que “los ciudadanos nos sentimos desamparados», ante el proceso que enfrentó ante la Cámara de Diputados federal.

Además, le cuestionó de manera directa si ha cometido algún delito, ante las especulaciones sobre una supuesta investigación abierta en su contra ante la FGR.