Por Antonella Ladino

Cuernavaca, Mor., 22 de marzo.- Por varias horas vecinos de las colonias Chulavista, La Lagunilla y San Antón colocaron camiones para bloquear avenida Morelos frente a las instalaciones del sistema de agua potable de la ciudad, en exigencia del servicio de agua potable que desde hace 15 días no se les brinda el ayuntamiento.

El bloqueo permaneció casi tres horas y fue retirado al mediodía, luego de que funcionarios del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAC) firmaron una minuta donde reconocen la falta de servicio y se comprometen a realizar descuentos en los recibos.

En el acuerdo el Sapac refiere que en el pozo Benito Juárez tardarán una semana para la regularización, en el pozo La Cañada será restablecido el servicio hoy por la noche a más tardar a las 19:00 horas, este pozo surte a la parte sur de Alta Vista. En el poblado de Acapantzingo el servicio será restablecido a las 19:00 horas.

Además se acordó señalar un día a la semana para atender los temas de las colonias afectadas, y el Sapac otorgará descuentos y recargos, de manera particular.

El Sapac informó que en el transcurso de este día quedará concluida la instalación del equipo de bombeo del pozo la Cañada para restablecer el servicio en las colonias La Soledad y la Cañada.

El coordinador general del Sapac, Jaime Tapia Rodríguez explicó que el problema del agua se debe a que constantemente se dañan los equipos de bombeo, sin embargo dijo el Sapac recibió cuatro equipos nuevos que sustituirán a los que están inservibles.

Explicó que cuando se daña la bomba se extrae, se manda a reparar pero tuvieron complicaciones con los mecánicos y al no tener respuestas decidieron adquirir equipos nuevos cuyos precios oscilan hasta en 40 mil cada una.

En la semana que termina, ocurrieron por lo menos tres protestas más por la falta de éste  servicio público. Las protestas sucedieron  al sur y nororiente de la ciudad.

Por la falta de agua en la colonia Acapantzingo, sus habitantes, incluso, acopiaron agua de una fuga en la calle. Con jícaras llenaron cubetas para llevarlas a sus domicilios.