Redacción SL
La Confederación Internacional de Morelenses y Migrantes Mexicanos notificó la búsqueda de dos casos nuevos de morelenses reportados como desaparecidos en Estados Unidos, con lo que suman cuatro rastreos de connacionales en los últimos dos meses.
Pablo Antonio Castro Zavala, presidente de la Confederación Internacional de Morelenses y Migrantes Mexicanos, con sede en Las Vegas, Nevada, recibió la llamada telefónica de Nayeli Díaz Venosa para solicitar su apoyo en la búsqueda y localización de su esposo Mario Aguirre Chávez, oriundo del municipio de Jiutepec, desaparecido en territorio estadounidense desde junio pasado.
Mario, de acuerdo con el relato de la cónyuge, salió de su domicilio el pasado 27 de mayo situado en la colonia la Joya, y tomó un vuelo a las 05:00 horas en la Ciudad de México, el 28 de mayo rumbo a Ciudad Juárez, Chihuahua. Ahí fue recibido por una mujer quien lo llevó a resguardar a una casa de seguridad de la zona fronteriza.
La familia del connacional contó a Castro Zavala que Aguirre Chávez acordó con dos personas avecindadas en Los Ángeles, el pago inicial de 100 mil pesos para internarlo sin documentos hacia Estados Unidos, por conducto de los llamados “coyotes “desde Ciudad Juárez, Chihuahua a El Paso, Texas, Estados Unidos.
Durante varios días Mario intentó pasar tres veces y las mismas veces fue deportado sin lograr su objetivo. La última vez que habló con Nayeli fue el 12 de junio a las seis de la mañana, cuando le indicó que volvería a cruzar por cuarta ocasión para llegar a Los Ángeles, California.
“Ya no me marques, ya voy a pasar nuevamente “, le dijo Mario a su esposa.
“Tengo mucha ansiedad, hay incertidumbre, miedo, preocupación, estrés y también ha habido muchas lágrimas por la ausencia de mi esposo. Mi hija menor ha soñado a su papá que viene pronto y que regresa a casa”, aseguró la madre de cuatro hijos al dirigente de la Confederación Internacional de Morelenses Migrantes Mexicanos.
Mario tiene 41 años de edad y puede ser identificado por los tatuajes que lleva en ambos brazos con los nombres de sus hijas Cristal y Grecia; además tiene una cicatriz de ocho centímetros en la parte inferior del abdomen, debido a una operación de apéndice.
El otro caso corresponde a Martín Ávalos Zamora, un joven que partió de su domicilio en Yautepec, hacia la frontera de Nogales. Su hermana Irene Ávalos Zamora contactó a Castro Zavala para solicitar apoyo en la búsqueda del connacional.
“Mi hermano salió de nuestro domicilio en 1993, se fue a la frontera con Nogales y entró ilegalmente a Estados Unidos con la ayuda de los “coyotes” y se estableció en el condado de Maricopa, Arizona, donde trabajó en la construcción. Mi hermano viajó dos veces a Yautepec, pero la última vez que tuvimos noticias de él fue en agosto del 2021, vivía en condición de calle, no tenía hogar, sin trabajo y dormía abajo de un puente”, aseguró Irene a Castro Zavala.
Incluso, agregó, obtuvieron reportes que a su hermano lo vacunaron dos veces con la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19, lo que supuestamente le habría causado reacciones severas.
“Mi hermano tiene graves problemas de alcoholismo y drogadicción, por eso vive en las calles de Arizona. Supimos de él por medio de un amigo, pero en realidad hablamos con mi hermano hace cinco años. Es muy triste no saber nada de él, ojalá nos ayude a encontrarlo, le pedimos de todo corazón, primero Dios esperamos reencontrar a mi hermano”, suplicó Irene al dirigente del organismo.
De acuerdo a información proporcionada por la familia, el parque donde acostumbraba a pasar la mayor parte del tiempo se llama Sueño Park, ubicado en la avenida 43 y calle Encanto en Phoenix, Arizona.
Martin tiene 46 años y lleva tatuados en ambos brazos los nombres de sus padres, Elena y Federico.