Miguel Ángel Barranco García, líder de los productores cañeros en el ingenio Casasano, afirmó que este año pretenden romper su propio récord de molienda establecido en 756 mil toneladas

En busca de pagos justos a los productores de caña de azúcar, los cañicultores del ingenio Casasano de Cuautla recurrieron a la ley e instalaron un laboratorio alterno en la fábrica para hacer una medición en paralelo del contenido de azúcar que potencialmente contiene su caña en el momento de la industrialización.

El resultado fue una recuperación de 130.9 puntos en calidad de dulce y eso significó una recuperación de 100 millones 818 mil 234 pesos en la zafra del año pasado, cuando llevaron a molienda 756 mil toneladas.

Con esa medición alterna, los productores morelenses rompieron con el límite impuesto a nivel nacional con los Kilogramos de Azúcar Recuperables Base Estándar (KARBE), que promedia para todos los ingenios una cantidad de azúcar recuperable de 82.37%.

José Eduardo Monroy Arciga, químico asesor de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar en el ingenio La Abeja, de Casasano, afirmó que este ingenio es el único en el país que analiza en paralelo el jugo de los productores con equipo y reactivos de la organización.

También es el único ingenio que no tiene descuentos por impurezas; aquí pagan la caña con el peso bruto, asegura.

Miguel Ángel Barranco García, líder de los productores cañeros, afirmó que este año pretenden romper su propio récord de molienda establecido en 756 mil toneladas, mediante una estrategia de crecimiento en sentido vertical que se traduce en aprovechar la mínima extensión territorial para obtener altas producciones.

Con la representación de la organización más grande de productores en el ingenio azucarero, Barranco afirma que sus agremiados se mantienen alerta en la medición paralela del contenido de azúcar porque la zafra pasada fueron referentes a nivel nacional con una calidad de dulce de 130.9 puntos, y en el alcance de esta zafra se llevan 94.78 pesos por tonelada de caña molida lo que promete dividendos atractivos para sus compañeros, afirma.

En Morelos, dice el dirigente cañero, el cultivo de la caña es número uno en cuanto a las tierras de riego, es el cultivo con mayor arraigo y también el de mayor producción. “De todo el agro tenemos el 70% de las tierras de sembradas con caña de azúcar”, asegura.

Solo en el poblado de Casasano, donde se encuentra el ingenio, son más de 7 mil hectáreas sembradas con la vara dulce.

Pero la caña también tiene amenazas como las plagas del gusano barrenador, la roya y algunos nematodos, que son gusanos redondos, así como la rata de campo.

No obstante, las tierras de Morelos son rentables con una producción media de 105 toneladas por hectárea, en tanto que la media nacional es de 75 toneladas por hectárea.

La rentabilidad, dice el líder cañero, se debe a los excelentes suelos, aguas rodadas suficientes, sistemas de riego y un sistema hídrico favorable por geografía natural.

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