Por JUSTINO MIRANDA

CUERNAVACA, Mor. 4 de marzo.- 2018 fue uno los peores años para Morelos en materia de seguridad pública porque de acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Justicia y Legalidad en Morelos (OBCIJU), ocupó los primeros lugares del ranking nacional en delitos como homicidio doloso con el séptimo lugar, secuestro el tercero, robo con violencia el noveno, robo a casa habitación el octavo, robo a transeúnte el noveno, violación el tercero y feminicidio el cuarto lugar.

El reporte anual de la organización civil refiere que en Morelos los delitos de mayor incidencia y de mayor impacto se generan particularmente en la zona metropolitana y conurbada de la entidad, en específico en Cuernavaca, donde se elevan peligrosamente las alertas en los delitos como homicidio doloso, secuestro y robos en todas sus modalidades.

Las cifras corresponden a nueve meses de trabajo del anterior Comisionado Jesús Alberto Capella Ibarra, de enero a septiembre, y tres del Vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros de octubre a diciembre de 2018.

La información también es sustentada por el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) y entre sus propuestas consideran que el gobierno debe crear una estrategia que contemple un capítulo exclusivo para Cuernavaca y la zona conurbada. También propone una coordinación entre corporaciones, mandos e instituciones con independencia del modelo policial que se elija.

Puntualizan que el secuestro, homicidio doloso con arma de fuego, los robos en sus distintas modalidades y la violencia de género son los principales retos a afrontar pero lamentan que la violencia de género no figura como estrategia de prevención desde la Comisión Estatal de Seguridad.

En su opinión es necesario asignar facultades y funciones coordinadas por mando y por municipio, incrementar el estado de fuerza para la zona conurbada y articular acciones.

El OBCIJU expone que el 69% de los homicidios dolosos ocurridos en la entidad se registran de forma violenta con uso de arma de fuego, y en lo que corresponde al robo en todas sus modalidades, preocupa a la organización civil que ninguna autoridad municipal haya reparado que Cuernavaca no sólo ocupa los primeros lugares de la entidad, sino que se debe a un registro que se ha mantenido desde 2016, 2017 y 2018.

“Por lo que respecta a la violencia de género en delitos asociados a violencia sexual como violación, es alarmante el número tan alto de eventos que ocurren tanto en la capital del estado como en toda la entidad, teniendo además como antecedentes que nuestro estado ocupa el primer lugar en el levantamiento alertas Amber de niñas y adolescentes menores de edad.

“Lo mismo ocurre con el feminicidio del cual se ha tenido cuenta desafortunadamente en los últimos meses, con muchas jóvenes mujeres asesinadas y desaparecidas en la entidad”, cita el informe del organismo ciudadano.

Morelos, según el informe del Observatorio Ciudadano, alcanzó su número de homicidios dolosos más alto en 2018, cifra que no se registraba desde 2012 y dentro de las modalidades del homicidio doloso, la de uso de arma de fuego es la que más eventos registro con un total de 499 carpetas de investigación bajo esta modalidad.

Cuernavaca con 35.44%, Cuautla con 43.90% y Temixco con 36.84%, mostraron aumentos de carpetas por homicidio doloso durante el año pasado.

Pero el municipio de Jojutla, sur del estado, presentó la tasa más alta de homicidios dolosos con 76.05 casos por cada 100 mil habitantes.

Por lo que corresponde al delito de secuestro, registró un aumento de carpetas de investigación del 9.52% en contraste con el 2017; en Temixco aumentó su tasa de incidencia en un 197%.

La extorsión es el delito que de acuerdo con datos del SESNSP cuenta con la baja más considerable de carpetas de investigación, registro que se mantiene en disminución desde el 2016.

El robo con violencia presentó una disminución del 17.39% en el 2018 con respecto al 2017 pero Cuernavaca sigue siendo el municipio con el número más alto de robos con violencia en el estado.

“A Morelos le urge encaminar esfuerzos a la generación de políticas públicas en materia de prevención, así como la identificación de los principales focos de alerta por la incidencia delictiva generada y acrecentada en los últimos meses, que no se puede medir de la misma forma en todas las regiones del estado”, concluye el Observatorio Ciudadano.