Chinche besucona, transmisora del mal de Chagas, el cual puede ser letal.

De la Redacción

CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo.- En México, hay entre dos y cuatro millones de personas infectadas por el mal de Chagas; 20 mil deben ser atendidos de inmediato, publicó la organización Médicos sin Fronteras, (MSF)el pasado 15 de abril; sin embargo, sólo el 0.5% recibe tratamiento adecuado en nuestro país.

El investigador y responsable del programa de Chagas para Latinoamérica de la Drugs for Neglected Diseases initiative (Iniciativa de fármacos para enfermedades olvidadas), Eric Stobbaters, alertó sobre el deceso de 12 mil 500 mexicanos al año, anuales, aunque la mayoría de los infectados desconocen que la padecen y miles fallecen sin saber de qué.

El gobierno federal de México, dijo, no le ha dado la importancia que merece y miles de mexicanos mueren en silencio, ante el desconocimiento de la enfermedad.

El mal de Chagas se encontraba casi de manera exclusiva en América Latina, pero debido al aumento de fenómenos migratorios se reportan cada vez más casos en todo el mundo.

Brasil, Argentina y México son los países que registran más casos, pero en Bolivia se encuentra la mayor incidencia con reportes de comunidades en las que el 70 por ciento de su población está infectada.

También hay brotes en Estados Unidos, Europa, Japón, Canadá y Australia debido a las migraciones, y la transmisión sin el vector tradicional se está convirtiendo en una amenaza a la salud pública.

El Chagas se trata de una enfermedad transmitida por el parásito Trypanosoma cruzi (conocido en México como “chinche besucona”), el cual habita principalmente en grietas en las paredes y techos de casa hechas con barro y paja.

Puede ser transmitida a través de transfusiones de sangre, al feto durante el embarazo y, menos frecuentemente, a través de trasplantes de órganos.

Las instituciones de salud no han puesto atención para combatir este mal, además, “las autoridades locales niegan los verdaderos datos de una enfermedad, declaró Emiliano Lucero, coordinador médico en México de MSF.

 

“En general, muy pocos gobiernos deciden poner estas enfermedades como una prioridad. Si hablamos del mal de Chagas, hay un compromiso del gobierno de Argentina, muy poco compromiso de Bolivia y ningún compromiso de México”, dijo Bernard Pécoul, ganador del Premio Carlos Slim en Salud 2013, por su labor de investigación y tratamiento de estas enfermedades olvidadas.

“Oficialmente, México dice que no hay Chagas en el país, cuando estudios de MSF calculan que hay millones de enfermos”, agregó.

Una respuesta adecuada a la enfermedad depende del compromiso y responsabilidad de todos los implicados en el acceso al diagnóstico y tratamiento, y todo se inicia con conocimiento.

“Si los médicos no conocen, no piensan en la enfermedad como una posibilidad, y entonces no se diagnostica y la enfermedad ‘no existe’, por lo que no se ‘necesita’ presupuesto y no hay inversión, no hay mercado, no hay interés por parte de la industria farmacéutica.

“Si es así, no tendremos mejores herramientas para el diagnóstico y tratamientos, lo que provoca que la enfermedad permanezca en esa espiral de negligencia y sea olvidada”, dice Lucia Brum, médica brasileña y consultora en enfermedades emergentes de MSF

“La enfermedad de Chagas es un problema hasta ahora invisible porque afecta a poblaciones vulnerables, en zonas rurales de difícil acceso y de un nivel socioeconómico bajo”, explica.