Por Antonella Ladino

Cuernavaca, Mor., 5 de enero.-  Los gritos y chiflidos de un grupo de comerciantes del mercado Adolfo López Mateos, entonaron la primera sesión de Cabildo del ayuntamiento capitalino.

A mediados de diciembre, los comerciantes encabezados por Emilio Rosas Rico, mostraron su apoyo al edil Blanco Bravo, en los procesos legislativos que enfrentó para sepáralo del cargo. Desde entonces este grupo ingresa al salón de Cabildos para aprovechar el menor momento y actuar a favor del alcalde.

Durante la sesión de Cabildo, realizada en la mañana, los gritos de dos mujeres mayores inundaron el ambiente, “déjenlo trabajar”, gritaron, cuando el regidor de Servicios Públicos Municipales, Rafael Domínguez solicitó se incluya en la orden del día un punto de acuerdo para discutir la concesión de la Feria de la Primavera 2017.

La sesión de Cabildo estaba marcada en dos horarios 9:00 y 11:00 horas, la primera no se llevó a cabo porque el secretario del ayuntamiento, Guillermo Arroyo Cruz se negó a incluir esa petición en la orden del día, por lo que se sometió a votación y la mayoría de los concejales opositores votaron en contra, ello provocó la suspensión del Cabildo, la cual se reanudó al mediodía, pero ya no se abordó el tema.

A mitad sesión, en el punto de “asuntos generales”, el regidor del PRD Rafael Domínguez tuvo la palabra, y se enfocó en dar lectura a la figura de secretario municipal, la cual, dijo, “no tiene facultades para intervenir en el debate entre un miembro de Cabildo”, de acuerdo al artículo 78 de la Ley Orgánica Municipal, que en su fracción cuatro establece que la obligación del secretario municipal es para estar presente en las sesiones de Cabildo, pero su deber es únicamente informar y no entrar en debate con los miembros del Cabildo.

Ese discurso, duró casi 30 minutos lo que provocó chiflidos y gritos de los comerciantes, “ya te pasaste de los diez minutos”, dijo una mujer, pero sin dar la menor importancia el regidor Domínguez Galindo prosiguió con la obligación del secretario del ayuntamiento, que señaló es “auxiliar a los regidores para el ejercicio de sus funciones” y no así de tomar decisiones.

Y agregó que el secretario del ayuntamiento no puede decir que se somete  o no a votación, ese texto se encuentra reforzado en el artículo 8 del reglamento interior del Cabildo, manifestó el regidor Rafael Domínguez.

La extensión del discurso, generó la molestia de los comerciantes quienes gritaron “ya me estoy durmiendo, ya tengo sueño, ya pasaron los diez minutos, ya párale”, clamaban, sin embrago, entre los gritos concluyó el primer Cabildo.