Por Antonella Ladino
CUERNAVACA, Mor., 29 de abril.- Jesús Peredo Flores, músico, compositor y corridista considera que la música es un talento con el que nacemos, sólo hace falta encontrar la forma de desarrollarlo.
Fiel persecutor de la música tradicional campesina, la trova suriana, llamado así por los campesinos que se decían «trovadores», Peredo destaca como estudioso de letras y canciones complejas; esas melodías que clasifica como «la canción campesina más erudita de América».
En su última conferencia dictada en el Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO) el músico dio cuenta de su experiencia en la presentación de letras poéticas de alto nivel, provenientes de la tradición oral o de la tradición académica; interpretadas con su voz y su guitarra.
Pero Jesús Peredo también comparte sus letras que luego transforma en canciones:
“La libertad lograda por su sangre tan púrpura la usamos para botar en estanquillos públicos, para darle el poder a todos los políticos que son ya tan corruptos o peores que aquellos bárbaros. Hoy somos libres pues de hacer actos vandálicos y si nos da la gana inyectarnos narcóticos, por eso en general les duele ver a nuestro México perdido en esos tiempos ya sin sueños”.
Jesús también habla su unión con Serafín Ibarra, considerado el mejor violinista de la Tierra Caliente. Con él forma el dueto «Virtuosos del Son», cuya intención es combinar la música de tradición oral con la música académica.
El cantante mencionó también que junto con Serafín Ibarra obtuvieron una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, (FONCA), para grabar un disco.
Peredo Sánchez lamenta que los narcocorridos sea la música más escuchada por la juventud, por lo que dijo “me enseñaron que matar es malo y el que mata es un criminal, somos una especie y tenemos que protegernos, es una pena que una parte de nuestra naturaleza ya se enfermó”.