Por Oswald Alonso
Los especialistas en la materia establecen que “autista” es un trastorno en el ser humano que dificulta su comunicación, sus emociones, que limita su interacción.
Dicho en otros términos clínicos: viven ausentes de su realidad o “encerrados en sí mismos”, según el origen griego.
Es así como vive el edil de nuestra ciudad Cuauhtémoc Blanco Bravo y los regidores que lo acompañan en la administración de esta ciudad. Voy a poner un ejemplo que nos da nuevas pistas de su autismo.
El lunes por la mañana, el ayuntamiento de Cuernavaca, vía el abogado Guillermo Arroyo, interpuso una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado. Guillermo explicó a reporteros que por instrucciones del edil Cuauhtémoc, iba a presentar la demanda por escrito por hechos delictivos que se cometieron en el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (Sapac).
Dijo que el director Alessandro Innocenzi Silenzi fue omiso en el ejercicio de sus funciones porque a pesar de que había recursos dejó de pagar el suministro de energía eléctrica de varios pozos, lo que motivó un corte por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) causando con ello un grave daño a los usuarios. También dijo que los hermanos Julio y Roberto Yáñez Moreno, en complicidad con Alessandro, crearon dos empresas con “testaferros” para beneficiarse económicamente. ¿Dónde está el autismo de Cuauhtémoc y los regidores?
Bueno, Cuauhtémoc vive otra realidad porque se le olvida o se encierra en sí mismo, al igual que los regidores, que él es el presidente de la Junta de Gobierno del Sapac, máximo órgano de gobierno de este organismo público.
Aquí las atribuciones de la Junta de Gobierno que preside Cuauhtémoc Blanco Bravo:
Tendrá las más amplias facultades de dominio, administración y representación que requieran de poder. Podrá designar y remover en su caso, a propuesta del presidente de la junta, al director general, al comisario y al secretario técnico del organismo.
Administrará el patrimonio del organismo y cuidará de su adecuado manejo conocer y en su caso autorizar el programa y presupuesto anual de egresos del organismo, conforme a la propuesta formulada por el director general.
También es su facultad aprobar los proyectos de inversión del organismo; examinar y aprobar, para su presentación al cabildo, los presupuestos anuales, estados financieros y los informes que deba presentar el director. Otra de su atribuciones es la de autorizar la contratación de servicios de empresas externas.
Los que integran la Junta de Gobierno son:
Cuauhtémoc Blanco Bravo, presidente municipal de Cuernavaca y Presidente de la Junta de Gobierno del Sapac, Denisse Arizmendi Villegas, síndico municipal del ayuntamiento de Cuernavaca; Modesta Ruiz Santos, regidora del PAN, presidenta de coordinación de organismos descentralizados del ayuntamiento de Cuernavaca. También Pedro Ramón Linares Manuel, regidor del PSD, presidente de la Comisión de Hacienda, Programación y Presupuesto del Ayuntamiento de Cuernavaca.
Además de Rafael Domínguez Galindo, regidor del PRD, presidente de Servicios Públicos municipales del ayuntamiento de Cuernavaca; Jorge Pallares Morales, regidor del PAN, presidente de la Comisión de Relaciones Públicas y Comunicación Social del ayuntamiento de Cuernavaca y Alberto Aguilar Román, en representación de José Vicente Loredo Méndez, auditor general de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización del Estado de Morelos, entre otros.
El trabajo de los arriba enlistados es cuidar la buena administración del Sapac, cosa que no ha ocurrido, se ausentan de su responsabilidad. ¿Dónde está la regidora Modesta Ruiz Santos? Acaso no sabe que ahí en ese órgano de gobierno en el que ella participa se vigila que el director del Sapac haga las cosas adecuadamente en beneficio de los ciudadanos?¿Acaso no sabe que es ella y sus compañeros los responsables también de que los ciudadanos nos hayamos quedado sin agua porque alguien en el Sapac se le olvido pagar a CFE los adeudos de los pozos de agua? ¿Acaso conoce la ley que los obliga a revisar los estados financieros y el buen funcionamiento del servicio? ¿Dónde está el resto de los regidores autistas?
Todos sabemos que Cuauhtémoc Blanco es un presidente autista, no gobierna la ciudad, sabemos que vive ausente de su responsabilidad, lo extraño es que contagie al resto del cabildo. Según los expertos en el tema del autismo, esta enfermedad no se contagia, solo se hereda.
Este órgano de gobierno no está haciendo su trabajo y si lo hace lo hace muy mal porque no está cuidando los intereses de los usuarios del servicio de agua potable. Si lo hiciera, entonces habrían detectado desde un inicio la presunta red de empresas de los hermanos Roberto y Julio Yáñez Moreno, que operaron durante seis meses en el Sapac, si hicieran su trabajo evitarían el corte de suministro de energía a los pozos en la ciudad. Si hicieran su trabajo los regidores autistas hubieran evitado que la ciudad viva una parálisis en diversas secretarías, por ejemplo, Desarrollo Sustentable donde la corrupción llegó con la nueva administración en una versión súper cargada.
Lo que pasa en la administración pública municipal sí, en buena parte es responsabilidad de las malas decisiones que tomaron los hermanos Julio y Roberto Yáñez, dueños de la franquicia del Partido Social Demócrata (PSD). Sentaron la administración municipal en personas inexpertas, en su gran mayoría. Asumieron una estrategia política equivocada en la que se negaron a pactar con el resto de las fuerzas políticas en la idea de que ellos habían ganado la alcaldía, se olvidaron que las democracias más avanzadas, los gobiernos, en un afán de gobernabilidad aprenden a coexistir con el resto de las fuerzas políticas para darle solidez a sus gobiernos.
Pero lo que hace Cuauhtémoc Blanco Bravo no tiene perdón ni del diablo. Ausentarse de su realidad diariamente dejando que a su representante José Manuel Sanz tome todas las decisiones en el ayuntamiento en su lugar, sabiendo que tampoco tiene experiencia política, es un doble error. No lo disculpo pero su limitada visión le hace cometer repetidamente error tras error.
En mi opinión aún están en tiempo de curarse, de lo contrario los ciudadanos estamos condenados a vivir en los 2 años y medio que restan de la administración municipal en un infierno.