Por Moisés Sánchez
Cuernavaca, Mor., 13 de octubre.– Un grupo de familias damnificadas por el movimiento telúrico del 19 de septiembre, fue reubicado a las oficinas del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Morelos (ICATMOR), luego de permanecer 24 días en un albergue instalado en la secundaria número 2 de la colonia Alta Vista. Los padres de familia pidieron el desalojo del colegio por el regreso de sus hijos a clases.
Así cerca de 305 personas, entre niños, adultos y madres embarazadas que conviven y duermen en el mismo lugar fueron movidos hacia un predio que se ubica a lado de la secundaria, aunque manifestaron su inconformidad mediante el bloqueo de la avenida Otilio Montaño, en AltaVista.
“Es pesado, no todos estábamos unidos, nos conocíamos de vista y lo que quieras, pero aun así, imagínate vivir con más de 300 personas, es muy pesado…”, lamentó Lizbeth Flores Bueno, una de las afectadas que se resiste a dejar el albergue.
Este albergue alojó a 600 personas en los primeros días de la crisis por el sismo del 19 de septiembre pero al paso de los días algunos abandonaron el sitio y sólo permanecieron los residentes de la colonia Ampliación Alta Vista, cuyas casas desaparecieron o son inhabitables por el desgajamiento del cerro La Peña a causa del temblor.
Lizbeth Flores Bueno dijo estar varada en la incertidumbre porque no puede regresar a su casa y las autoridades no le prometen ayuda, puesto que construyó en un tramo federal, lo cual es ilegal. “No sabemos qué va a pasar, no podemos dejar el albergue, no tenemos a dónde ir. Estábamos ahí por circunstancias de la vida, no porque ahí queramos estar”, contó.
Lizbeth consideró que el traslado no es una solución porque seguirán sin un hogar. “Sólo queremos casas para tener bien a nuestras familias, las autoridades avientan palabras al aire, pero no nos aseguran nada. No ha venido Sedatu a censarnos, no nos han tenido en cuenta”, dijo.
Una mujer de la tercera edad, Inés Hernández Jaimes, intentó justificar la elección de su residencia en zona federal al decir que se equivocaron al vivir en ese lugar pero también exigió la ayuda de las autoridades porque pagaba impuesto predial, servicio de agua y luz.
“Yo quiero vivir mejor hasta el final, no es justo la verdad, yo pagaba agua y pagaba luz”, agregó.
Los perjudicados por el sismo en Alta Vista afirman no abandonarán el albergue aunque los muevan a varios espacios y lo que demandan son terrenos o casas en un lugar seguro. “Queremos un papel firmado que nos diga que nos va a dar una casa”, afirmó Lizbeth, mientas a sus espaldas sus compañeros de sufrimiento gritaban “reubicación, reubicación”.