Por Antonella Ladino

Cuernavaca, Mor., 26 de septiembre.- El Cabildo de Cuernavaca aprobó por unanimidad de sus integrantes la licencia definitiva que presentó Cuauhtémoc Blanco Bravo, para separarse del cargo y asumir su responsabilidad en el Poder Ejecutivo a partir de este lunes 1 de octubre.

Durante la sesión extraordinaria de Cabildo y de acuerdo con el reglamento Juan Manuel Hernández Limonchi, rindió protesta como alcalde suplente de Cuernavaca. Al concluir la sesión Blanco Bravo llevó a cabo la entrega recepción de la administración pública municipal.

A la sesión fueron convocados todos los integrantes de Cabildo pero faltó la síndico municipal, Denisse Arizmendi Villegas, quien se ausenta a las sesiones desde julio pasado.

El exfutbolista profesional estuvo al frente del ayuntamiento durante dos años y nueve meses, y tras su salida dijo que en la capital quedan algunos pendientes como obras inconclusas.

“Tengo un compromiso más grande por Cuernavaca porque sé lo que es estar como presidente municipal, y gracias a Dios he aprendido mucho de todos los ataques políticos y hoy tengo una gran oportunidad para poder ayudar a todos los municipios”, declaró Blanco Bravo.

Sobre la llegada de Limonchi, cercano a los hermanos Julio y Roberto Yáñez, señaló que tiene una responsabilidad con la gente y una vez en el cargo se borran los colores partidistas porque su compromiso es con la ciudadanía, por eso lo invitó a hacer las cosas bien y le deseó suerte.

Blanco repitió que no tiene la “varita mágica” pero, aseguró, que realizará las gestiones necesarias para apoyar a todos los municipios.

“Ustedes saben la deuda que dejara el gobernador Graco Ramírez, es lamentable porque cuando él entró no había esa deuda. Tengo que trabajar para bajar esos recursos y que llegue a los municipios, la gente necesita trabajo y buenos hospitales, lo tengo muy claro pero nos tenemos que poner a ‘chambear’, sostuvo el gobernador electo.

Cuestionado sobre la crisis financiera que enfrenta la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), lo cual derivó en su huelga, Blanco calificó como “una broncota” que le dejarán a su gobierno pero indicó que buscará el diálogo con el rector Gustavo Urquiza Beltrán porque es un tema difícil y complicado.