*“¿Por qué no la ayudaron a mi esposa? Se nos antojan mas grabar que ayudar”, afirma padre del menor asesinado.

Por Alejandro López
Esta mañana vecinos del municipio de Yautepec dieron el último adiós a Diego, el niño de 11 años que perdió la vida al ser alcanzado por una bala perdida, la tarde del lunes.

Con pesar, familiares, amigos y compañeros despidieron al alumno de sexto años de la escuela primaria

“Miguel Hidalgo” a quien calificaron de haber sido un niño sensible y dedicado. El caso provocó consternación y tristeza entre los pobladores de la colonia Paraíso de Yautepec, donde ocurrió el hecho, por lo que no se hicieron esperar los mensajes de indignación entre diversos ciudadanos.

En este sentido, fue la tarde de este lunes 2 de diciembre, en el Paseo Tlahuica, cuando varios individuos privaron de la vida a tiros al dueño de un bar.
Al escuchar los disparos, Diego, su madre y una prima corrieron, pero uno de los proyectiles impactó al niño, quien cayó tendido, ya sin vida.

Por tal motivo, vecinos del municipio decidieron marchar para demandar a la Fiscalía General del Estado que dé con los responsables del deceso y a las autoridades municipales y estatales que brinden seguridad a la población.

Luego del sepelio el padre del menor víctima subió a un kiosko para armar las últimas horas de su hijo. Contó que ese día su hijo fue seleccionado en el concurso de dibujo por “La paz” por su escuela primaria Alebrijes.

“El día que vamos a recoger el premio mi hijo canta ‘que canten los niños…’ y esa letra dice ‘yo canto para que me dejen vivir’. Estamos hablando que recibí el premio de mi hijo a las 8:30 de la mañana. A las 4:24 recibo una llamada de mi esposa ‘Arturo, a Dieguito le metieron un balazo’ O sea recibió el premio de un dibujo a La Paz”, dijo el padre de familia montado en el kiosko con una manta colgada de debajo con la leyenda “No queremos más partidos políticos. Ya basta de besos y abrazos a los delincuentes. Hoy fue mi hijo de 11 años mañana puede ser uno de ustedes. Queremos justicia”.

Más adelante lamentó y criticó la actitud de la gente que vio a su esposa postrada en el suelo, cargando el cuerpo de su hijo y presenciando cómo se le escapa la vida, porque la bala le reventó la aorta, la arteria más grande del cuerpo. 

“Mi esposa pidiendo ayuda. Mi esposa tirada. ¿Por qué no la ayudaron? A lo mejor mi hijo ya estaba muerto pero el apoyo que le hubieran dado…es más fácil prender un celular y grabar, es más chingón. Por qué no le dijeron a mi esposa ‘yo ye ayudo, te doy mi hombro’. No cabrón, todos, todos, se nos antojan mas grabar que ayudar”, expresó.