JUSTINO MIRANDA
CUERNAVACA, Mor.- El desgajamiento del cerro El Sarnoso esta semana y el alto riesgo para las familias asentadas en su cima, fue advertida por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) desde julio de 2011 en una primera visita de campo, solicitada por los gobiernos estatal y municipal.
La presencia del personal de Cenapred en el cerro fue requerida por las autoridades debido al deslizamiento de suelos y rocas contiguo al banco de materiales que se localiza en la parte baja de la colonia Vista Hermosa, donde alrededor de 50 familias fueron desplazadas esta semana por el desprendimiento de una parte del cerro el martes pasado.
Desde esa primera visita, personal de Cenapred identificó grietas concéntricas en la pendiente principal de falla, que se extendían ladera arriba por lo que eran indicativas de un fenómeno de inestabilidad retrógrado, determinando que la falla pudo estar asociada a actividades humanas, debidas a la extracción de materiales, cita la Opinión técnica del Cenapred con número SSPC/CENAPRED/DG/00854/2021, entregada a la Coordinación Estatal de Protección Civil.
Como medida preventiva, en esa ocasión, recomendaron desocupar las viviendas y estabilizar el terreno mediante bermas y terrazas, pero a la fecha, según informó la Dirección municipal de Protección Civil y pobladores, sigue la explotación de la mina mediante explosivos.
El tema de las familias afectadas y desplazadas fue abordado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita a Morelos, donde afirmó que en este gobierno no se permite ninguna explotación minera y tampoco han entregado nuevas concesiones mineras.
“Si esta mina ya tiene tiempo debemos buscar que no se destruya el territorio, que no se contamine, que no se afecte. Le pediré a la secretaria de Medio ambiente que se haga una revisión en esta mina y que se apoye a las familias desplazadas”, prometió el presidente, mientras afuera de la 24 Zona Militar, sede de la conferencia mañanera, un grupo de habitantes entregaba un oficio a la ayudantía del presidente para exponer su necesidad de reubicación.
Personal del Cenapred volvió al sitio el 20 de septiembre pasado para realizar una nueva inspección a solicitud de Protección Civil estatal, y en su estudio determinó que el proceso de falla, documentado desde 2011, se extendió hacia la parte alta de la ladera y afectó a un mayor número de viviendas.
El proceso, subrayó en su dictamen entregado a Protección Civil de Morelos, se ha visto favorecido por la infiltración de agua de lluvia, los últimos sismos y las vibraciones producidas por las detonaciones para la extracción de materiales de construcción.
“Por las dimensiones de la masa fallada se estima que, técnica y económicamente, no es posible implementar medidas de mitigación para estabilizar la ladera, por lo que esta zona deberá consideraras como de alto riesgo. Por lo anterior, se recomienda reubicar a los habitantes de las 20 viviendas dentro del área de afectación, considerando que este número podría aumentar si el deslizamiento sigue propagándose ladera arriba.
“De continuar los trabajos de extracción de materiales, se corre el riesgo de que la zona de inestabilidad se extienda hacia el área más densamente poblada, por lo tanto, se recomienda tomar medidas definitivas en cuanto a la operación de éste, ya que, con base en los antecedentes observados, en área de extracción se ha incrementado y profundizado de 2011 a la fecha”, dice el Centro Nacional de Prevención de Desastres.
Las conclusiones del estudio están dirigidos al coordinador de Protección Civil en Morelos, Enrique Clement Gallardo, y expone que en julio de 2011 inspeccionaron la zona por el deslizamiento de suelos y rocas contiguo al banco de materiales que se localiza en la parte baja de la colonia.
El estudio del Cenapred identificó que el límite del banco de materiales se extendió al menos 26 metros, ladera arriba, desde julio de 2011, y la zona donde iniciaron los agrietamientos corresponde al lugar en el que convergen los escurrimientos pluviales de la calle José García, que es el sitio de mayor afectación.
Finalmente, cita, para aminorar la velocidad del deslizamiento (sin que esto se considere como una medida de mitigación definitiva), se sugiere rellenar las gruirás para impedir que el agua de lluvia se infiltre y acelere el desplazamiento de la la madera.