La Secretaría de Salud atendió un caso sospechoso de la viruela símica o del mono, cuyo paciente presentó fiebre, ataque al estado general, cansancio, debilidad muscular, dolor de cabeza, general y articulaciones, con presencia de erupciones en cara, manos y cuerpo.

Su detección, informó, responde al fortalecimiento de las acciones de vigilancia epidemiológica en las unidades médicas para detectar y atender de manera oportuna casos sospechosos de la viruela símica.

El secretario de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas, indicó que la muestra de PCR fue enviada al Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) para su estudio, en atención a los protocolos marcados por la autoridad federal.

La institución precisó que el personal sanitario cuenta con la información de la guía para el abordaje de los casos de viruela símica en México, así como la capacitación para la detección y asistencia de manera oportuna.

Luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote mundial de la viruela símica como una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), la Secretaría de Salud federal indicó que las características clínicas de la enfermedad son de muy baja letalidad, con un mecanismo de transmisión y velocidad de propagación universal diferente a COVID-19.

La autoridad de salud en la entidad detalló que la viruela símica o del mono es una zoonosis viral (virus transferido a los humanos por animales), que se transmite de persona a persona por contacto cercano con lesiones, fluidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados.

Con respecto a los síntomas, se presenta fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares, cansancio y lesiones en piel (inician principalmente en la cara y posteriormente en el resto del cuerpo), por lo que sugirió solicitar atención médica en la unidad que corresponda.

La dependencia recomendó mantener las medidas de higiene en todo momento y portar el cubrebocas, lavarse las manos con agua y jabón o utilizar alcohol gel al 70 por ciento, practicar estornudo de etiqueta, no compartir objetos de uso personal, limpiar y desinfectar espacios, sobre todo de uso común, así como evitar contacto con pacientes sintomáticos o confirmados.