Por Leticia Villaseñor

Cuautla, Mor., 2 de mayo.- La detención de Justino “N”, presunto operador del cartel de Los Rojos vinculado con la desaparición de dos agentes de la PGR y de un Policía Federal ocurrida en enero de este año en Huitzilac, no contendrá la violencia en la entidad ante la inminente llegada de otros grupos criminales que pugnan por la “plaza”, admitió el comisionado estatal de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra.

“El 70% de los crímenes en Morelos son derivados de la lucha entre grupos delincuenciales, el otro 30% son por situaciones de violencia familiar o de otra índole”, detalló.

Si bien la detención del criminal representa un golpe a la infraestructura de la célula delincuencial en la entidad, el responsable de la Seguridad admitió que esperan reacciones por parte de los mismos Rojos o de sus contrarios.

“Hemos hechos importantes detenciones, pero no soslayamos que llegan otros criminales que buscan adquirir el control del trasiego de la droga en la entidad. Estamos en una situación muy complicada porque no tenemos los instrumentos de acción legal necesarios para reorganizar las fuerzas civiles del orden para que tengan una mayor eficiencia”, reveló.

El pasado lunes, la Procuraduría General de la República (PGR) informó sobre la detención de Justino “N” y José Manuel “N”, su escolta, considerado como el encargado de la logística del trasiego de heroína y cocaína hacia Estados Unidos de América del grupo criminal Los Rojos, que opera en la entidad, donde se logró su captura.

“Se le considera como probable responsable de diversos homicidios de integrantes de grupos delictivos antagónicos, desapariciones, secuestros y extorsiones, además de ser el principal operador en los municipios de Hutzilac y Cuernavaca”, expuso la dependencia federal a través de un comunicado.

El pasado 24 de enero, dos Agentes del Ministerio Público Federal y un elemento de la Agencia de Investigación Criminal adscritos a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) desaparecieron en los límites de la Ciudad de México y Huitzilac, en Morelos.

Los desaparecidos son el suboficial Marco Antonio Álvarez Gómez, quien ahora se sabe, acompañaba a Miguel Ángel Rodríguez Cuéllar, de 35 años, y Víctor Andrés Vilchis Renata, de 31.

De acuerdo con las investigaciones, la última vez que se les vio fue el pasado 24 de enero al salir en un automóvil de las instalaciones de la SEIDO en Paseo de la Reforma hacia la delegación Tlalpan, tres días después el vehículo oficial fue encontrado calcinado en los límites con Morelos sin que se localizaran restos humanos ni se haya dado con el paradero de los agentes federales.