Mujeres y Hombres de 10 ha permitido que adultos mayores aprendan un nuevo oficio

“La música es tan divina, que, a la gente enferma, sana”, así dice Juan Gabriel, “El Divo de Juárez”, en una de sus canciones, y para la señora Macrina Rocío Espíndola Roldán, no puede ser más acertada esa frase, a sus 67 años de edad, vive feliz, lleva la música por dentro y contagia de alegría hasta a la persona más dura.

Macrina Espíndola, forma parte del programa Mujeres y Hombres de 10 (MyH10) que impulsa la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), es vecina de la comunidad de San José Vista Hermosa en Puente de Ixtla, se inscribió al taller de elaboración de productos de toquilla, y es la que pone el ambiente en los cursos, a menudo lleva consigo una bocina y mientras teje sus bolsas, escucha y canta sus canciones preferidas de Vicente Fernández, Juan Gabriel o Rocío Durcal.

Sus rodillas son un auténtico dolor de cabeza, pero eso no la detiene para disfrutar cada momento que le regala la vida, se dice sumamente activa, participativa y entusiasta, recuerda entrañablemente esos días de jugar voleibol, cachibol y a su querido grupo de danza regional.

Espíndola Roldán de inmediato contagia a todas sus compañeras quienes siguen con la “fiesta” y hasta le hacen coro; afirma que la vida ha sido muy bonita para ella, tanto es así que sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas con tan solo hablar de sus hijos, a quienes ama profundamente.

“Soy muy sentimental, esto me da mucho gusto porque soy una elegida entre varias y eso me llena de satisfacción, a mis hijos les va a dar mucho gusto, porque me quieren mucho”, expresó.

La señora afirma que el estar acudiendo a sus talleres, le ha devuelto las ganas de sentirse útil, algo que es común y pasa por la mente de muchísimos adultos mayores, por lo cual MyH10 se ha convertido en un espacio para explorar y explotar el potencial que aún tienen y que en algunos casos habían perdido.

Este programa, que puso en marcha el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo a través de la Sedeso, les ha dado la oportunidad a muchas personas de aprender un oficio que les permitirá llevar un dinero extra a sus hogares y como en este caso en especial, como lo dice la señora Macrina, es una bendición más para darse cuenta del potencial que tienen.