Tlaquiltenango, Mor., 4 de septiembre.- la Fundación taiwanesa Tzu Chi “echará” raíces en Jojutla al dejar una oficina de trabajo permanente para ayudar a damnificados, anunciaron los responsables de la organización.

Antes del sismo, para la ente de Tzu Chi no existía Jojutla, nunca habían escuchado de esta región ni conocían a su gente, no hablaban el idioma ni profesaban la misma religión, sin embargo eso no fue impedimento para llegar y ofrecer su apoyo.

Cuando se enteraron de la tragedia humana, se trasladaron hasta la zona cañera del estado, donde permanecieron varias semanas ayudando a los damnificados.

A un año, de nueva cuenta la Fundación regresó a la zona sur, tanto a Jojutla como a Tlaquiltenango, en la cancha techada de este municipio la gente acudió por montones en espera de una consulta médica, dental, para el oculista, una sesión de acupuntura o con un cuenco cuyo sonido tranquiliza el alma, dicen los médicos taiwaneses.

 La noticia de que Tzu Chi regresaba a Jojutla fue acogida de buena manera de parte de la población que recibió de los voluntarios apoyos económicos cuando más lo necesitaron y casi de manera inmediata y sin burocracia.

Helena Hung, una de las voluntarias, vino con la brigada y aseguró que a diferencia de hace un año, vio a la gente de la zona sur más reconfortada y tranquila.

«Vimos gente después del terremoto, con miedo y angustia, gente que perdió la fe; el año pasado nos comprometemos con mucho voluntario local y volvimos de nuevo pero ahora dejaremos una oficina que operará en Jojutla”, adelantó.

La Fundación está organizando ya el personal para operar a la brevedad, ay reclutadas al menos unos 80 especialistas y más de un centenar de jóvenes para continuar con las labores de este fin de semana.

Una de las actividades contempladas de inicio es la reconstrucción de una escuela particular, cuyo nombre reservaron, debido a que la autoridad federal no permitió que reconstruyeran escuelas públicas bajo el argumento de que esa es responsabilidad del propio gobierno.

El pasado 19 de septiembre, un sismo de 7.1 grados cimbró varios estados del centro del país, pero la mayor repercusión la llevó Morelos, con 74 personas muertas, y unas 15 mil casas afectadas por el sismo.

A pesar de la ayuda humanitaria internacional, la reconstrucción de los municipios no se a concluido y el avance se estima en un 50%.