Por Leticia Villaseñor
Jojutla, Mor., 28 de septiembre.- El control del acopio La Perseverancia quedó bajo el resguardo del Ejército Militar desde la noche del pasado jueves, por presuntas irregularidades del ayuntamiento de Jojutla, quien a su vez acusó el trato despótico y hasta oportunista de la milicia al asumir el control.
Rosario «N», trabajadora del área administrativa del ayuntamiento relató que la noche del pasado jueves, una vez que separaron los artículos y armaron las despensas, los hombres a cargo del comandante Ortiz Cano asumieron el control con el pretexto de que no estaban repartiendo la ayuda entre las personas más afectadas.
Los elementos llegaron desde las primeras horas posteriores al sismo del pasado 19 de septiembre, pero dos días después asumieron el control.
«No nos permitieron llevarnos nuestras cosas, como una estufa, tablones y trastes para preparar alimentos; ese mobiliario era del personal del ayuntamiento. Mientras el comandante nos informaba que él y sus tropas quedaban al mando, una señora llegó a solicitar pañales para bebé pero un comandante de quien desconozco su identidad se los negó.
“Otra comandante le dio el paquete de pañales pero el comandante fue tajante al decirnos que no podíamos hacer una entrega más, sacó tres pañales y se los dio a la señora a quien le dijo que se diera por bien servida», narró la trabajadora de la comuna.
Al día siguiente el grupo de voluntarias regresó para llevarse sus enseres y entonces vieron un camión del Ejército cargado con despensas, varias horas más tarde el mismo camión regresó con los enseres, aseguró.
El coronel Cristian León Borja, quien está al mando de las tropas en el centro de Jojutla, explicó que los elementos sólo tienen el control de La Perseverancia mientras que los albergues oficiales Unidad Deportiva Niños Héroes, La Alameda y el jardín de niños ‘Fermina Rivera viuda de Rivera’, ubicado en la colonia Emiliano Zapata, están bajo el control de la Secretaría de Gobernación y del Gobierno del estado.
El coronel negó que los elementos hayan asumido el control de centros de acopio como el de Tlaquiltenango o el de Tlatenchi, en la colonia Vicente Guerrero, el cual fue saqueado por los vecinos del lugar y cerrado en consecuencia.
«El Ejército no interviene porque son dimes y diretes entre quienes dirigen los centros. Los primeros días había decenas de acopios civiles los cuales una vez que entregaron la ayuda desaparecieron y sólo quedaron de manera oficial, los cuatro referidos», dijo.
El mando castrense afirmó que la presencia de soldados es sólo como medida preventiva para evitar actos de rapiña o coadyuvar en la vigilancia, como en el estadio Agustín «Coruco» Díaz en Zacatepec.