Por Leticia Villaseñor
Cuernavaca, Mor., 24 de octubre de 2019.- “Es fácil ser pro aborto cuando ya la libraste, el aborto no es una interrupción, no es como la luz que viene y va”, expresó el actor y productor de la cinta “Inesperado”, Eduardo Verástegui, cuyo tema de exposición critica la interrupción del embarazo.
A la proyección de la cinta acudió el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, su esposa Natália Rezende, presidente del DIF Morelos; el secretario de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas y el delegado en Morelos, Hugo Éric Flores Cervantes, además de organizaciones que promueven el derecho a la vida desde su concepción.
El objetivo de la cinta, dijo Verástegui, es incidir en políticas públicas para impedir en cualquier caso que una mujer tenga acceso a un aborto legal y seguro.
Actualmente el Código Penal del Estado considera legal la práctica del aborto en caso de violación, cuando la vida de la madre esté en peligro por alteraciones graves en el producto; cuando se haya realizado una inseminación artificial sin consentimiento de la mujer o en caso de accidente o espontáneo.
Los criterios del actor para defender su visión fueron, en primer lugar, “que el aborto no es un derecho sino un crimen; le quieren llamar interrupción legal del embarazo pero una vez que matas al bebé ya no regresa, como la luz eléctrica; dicen que es por salud pero no es saludable para el bebé, no es saludable que te maten, y tampoco lo es para la madre”, dijo y sostuvo su punto en que previo a la realización de la interrupción leal del embarazo a la paciente le hacen firmar una constancia de riesgo que exonera a la autoridad sanitaria”, dijo el actor.
En su opinión nadie advierte sobre las letras chiquitas donde se subrayan las consecuencias que van desde la perforación del útero, esterilidad o incluso la muerte. Cuestionado sobre el eco de que cualquier operación conlleva riesgo e incluso las más expuestas como un trasplante tiene advertencias y consecuencias similares, el actor ignoró el cuestionamiento.
Asimismo tampoco estuvo de acuerdo con que el embarazo de cualquier menor de edad es de alto riesgo, señalados como tales por las políticas públicas de salud en el país. “No todas las menores ven en riesgo su vida por cursar un embarazo”, adujo.
Para Eduardo Verástegui tampoco resulta factible un aborto en caso de violación y aseguró que “está prohibido que las mujeres vean el ultrasonido del bebé que quieren abortar porque está comprobado que ello inhibe su decisión, porque el aborto sólo es un negocio y muy lucrativo”, aseguró.
Si la mujer tuviera un vientre de cristal se daría cuenta de la estrella que gesta, pero las organizaciones y sólo un reducido sector de la sociedad quiere llamarle producto a una vida, lo hace para deshumanizarse, declaró.
El productor admitió que busca que su película sea expuesta en los 32 estados, luego pretende exhibirla en cárceles, escuelas y en comunidades alejadas que no cuentan con una sala de cine para llevar el mensaje de vida, como lo calificó.
A la par busca incidir en la clase política para lo cual son invitados personalidades como el mandatario estatal, como ocurrió en Morelos, a través de los delegados de Bienestar Social, que en el caso de Flores Cervantes, pertenece a un partido de corte ultra conservador.
Parte de la propuesta que reveló el actor es que a todas las menores de edad que queden embarazadas, en cualquier consecuencia, es que se les dé apoyo psicológico, ayuda de manutención del bebé y una beca de estudio.
Sin embargo, a pesar de pedir un diálogo abierto y sin mentiras, no enumeró ninguna propuesta que conlleve educación sexual temprana, distribución gratuita y sin condicionamientos de anticonceptivos, tampoco abordó el tema de paternidad responsable o expuso estadísticas que sustentaran su dicho sobre las fatales consecuencias de practicarse un aborto en condiciones seguras, de las afectaciones psicológicas o de las violaciones cometidas por los propios miembros de una familia, delito que a nivel mundial México ocupa los primeros sitios entre menores de edad.