Por Oswald Alonso
El jueves 30 de junio, Julio y Roberto, los hermanos Yañez, dueños de la franquicia del Partido Social Demócrata (PSD), decidieron irse de vacaciones, a relajarse, salir del estrés que les causaba Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Horas antes de irse a las playas mexicanas, los hermanos Yáñez pelearon con el exfutbolista en funciones de presidente de Cuernavaca. El Cuau junto con su Secretario Técnico del ayuntamiento José Manuel Sanz, reclamó actos de corrupción que se estaban cometiendo con la complicidad de Roberto, entonces Secretario del ayuntamiento.
Uno de los reclamos fue que Emilio Díaz Roca, oficial el Registro Civil número 1 del ayuntamiento, cuñado de Julio Yáñez, incurría en actos de corrupción.
Cuauhtémoc Blanco tenía la información de que el “cuñado incómodo” de los Yáñez había acumulado tres quejas en la Contraloría municipal: la primera por organizar una fiesta con música en las oficinas de la oficialía, a no muy altas horas de la noche. Roberto Yañez, fue avisado del show.
La segunda queja fue por pedir “cuota” a los empleados de la oficialía. En la queja se dice que los empleados realizan guardias de trabajo después de las cinco de la tarde para atender los trámites sobre todo de defunciones, más en la noche. La guardia les genera pago por cada trámite que hacen: el “cuñado incómodo” pidió el 50% de lo que se generaba de las guardias, hecho que disgustó a los trabajadores y por eso lo lo denunciaron. Roberto Yáñez también fue enterado y no hizo nada. El tercer caso tuvo que ver con el presunto acoso a las trabajadoras.
En esa reunión privada le pidieron la renuncia a Roberto y entonces se produjo el rompimiento. Llegó el viernes 8 de julio y Sanz anunció el rompimiento con el PSD al argumentar que Cuauhtémoc y él no tenían partido. Ahí mismo dijo que ya estaban ´hasta la madre´ de que él y Cuauhtémoc fueran la burla de la ciudad porque no avanzaba el ayuntamiento lleno de corrupción.
No fue casualidad que como ejemplo de la corrupción mencionara la corrupción en la oficialía 1.
Después todo fue muy claro. Los carnales Yañez habían perdido el poder, el control de ayuntamiento. Cuauhtémoc ya había advertido: Roberto entregaba su renuncia o lo renunciaría y sucedió lo segundo.
A quien también pidieron la renuncia es a Emilio Díaz Roca, el “cuñado incómodo” de Julio Yáñez. Es cuestión de días para que el edil presente al cabildo su propuesta para sustituirlo. Tampoco entregó su renuncia, así que, seguramente, será exhibido su corto pero largo historial ante los regidores.
Triste, así como subieron al poder los hermanos Yañez, así cayeron. Sólo seis meses duró el sueño; al final consiguieron el objetivo: rescatar la permanencia el PSD (su registro) vía un porcentaje de votación.
Los actos de corrupción en el ayuntamiento –en diversas áreas controladas por los Yañez- fueron una razón para sacudirse a los brothers, dueños de la franquicia del PSD, pero no es la principal.
Tengo dos teorías para suponer el rompimiento: La primera que el Cuau defiende su marca. Al paso que iban, cuando terminara su administración, su marca tendría el valor de trapo viejo. Entonces de ser uno de los mejores futbolistas que ha dado México, pasaría a ser un triste exfutbolista que fracasó en su sueño de ser un buen edil en una ciudad donde no nació. Su marca ahora, aún, vale muchos millones de pesos. Rescatarla haciendo un mejor gobierno le puede hacer ganar, todavía, otros millones de pesos.
La segunda teoría que tengo es que, finalmente Cuauhtémoc Blanco Bravo se dio cuenta que para avanzar en hacer un buen gobierno necesita de esos partidos y políticos que desdeñó, si, de esos políticos corruptos de siempre que han fallado a los ciudadanos. Se dio cuenta que necesita pactar con ellos para que a la ciudad le lleguen recursos desde el Congreso Local para que haga un buen papel y su marca registrada como exfutbolista no se deprecie. Se dio cuenta que las cosas no son como él pensaba, como él decía. Se dio cuenta de su realidad, o quizá se la hicieron ver desde el poder.
Cuauhtémoc ya abrió su intensión de ser candidato a la gubernatura, alguien, en una muy perversa idea, le ha dicho que sería la catapulta para ser candidato a la presidencia. Tal vez resolvió que permanecer en el PSD lo limitaba, pero entonces, ¿por cuál partido político competirá?
Si rompió con los brother Yañez, del PSD, y continua en su idea loca de ir tras la gubernatura, seguro irá por el PRD o el PAN, necesita un partido catapulta de ese tamaño para ganar. La realidad es que el PRD lo necesita más. El partido amarillo vive una de las crisis más agónicas en su existencia; dejo de ser de izquierda, se alió con el gobierno del presidente Peña Nieto y el narco se les metió a la medula. También se les fue Andrés Manuel López Obrador para crear su partido Morena, arrebatando un porcentaje importante de militantes. Ahora impone condiciones.
En Morelos el PRD necesita a Cuauhtémoc para ganar la gubernatura, es de todos sabido que las preferencias del PRD se han caído por lo que necesitan una figura con las preferencias del exfutbilista. Por el contrario el PAN subió en las preferencias. Quizá estas dos circunstancias nos den pistas de las decisiones del Cuau.
Aunque habrá que razonar sobre la reacción de los brother Yañez luego de que el edil de la ciudad afirmó que Roberto intenta desestabilizar su administración, durante el anuncio sobre el cese de tres secretarios municipales y el coordinador de Comunicación Social.
Lo que me preocupa ahora es que el presidente municipal Cuauhtémoc Blanco Bravo, en su desesperación por buscar que su administración avance, reclute a servidores públicos que probadamente mostraron ser ineficaces, con malas practicas en otros ayuntamientos. Es el caso de Luis Alberto Beltrán Fernández, ex responsable del área de comunicación social el municipio de Emiliano Zapata, hombre cercano a Catalina Ríos mejor conocida como la “Jefa” de Zapata. Investigada por sus presuntos vínculos con el crimen organizado, al igual que su esposo.