Por Antonella Ladino

Cuernavaca, Mor., 1 de abril.- Cuauhtémoc Blanco Bravo erradicará el problema de los vendedores ambulantes ya que no generan ingresos económicos al ayuntamiento, aseguró Edgar Gorik Contreras Macbeath, director de Gobernación, Normatividad y Comercio en vía pública municipal.

El primer cuadro de la ciudad se ubican 40 vendedores de los llamados “carretilleros”; más de 3 mil ambulantes están adheridos al Nuevo Grupo Sindical, los cuales carecen de  permiso para circular y fueron “tolerados” por la administración de Manuel Martínez Garrigos, acusó Contreras Macbeath.

Desde el primer día de esta administración, expresó, la orden del alcalde fue retirar los puestos en vía pública así como realizar diariamente inspecciones a fin de eliminar el ambulantaje ya que, dijo, no tienen un documento que avale que pueden permanecer en las calles.

La dirección de Gobernación realizará una revisión del padrón para saber cuándo y cómo llegaron, si en 1999 hubo un acuerdo municipal para no permitir más el ambulantaje.

Edgar Contreras expresó que hay ciertos vendedores que son parte del folclor de la ciudad como los artesanas que se ubican en la plancha del zócalo o los de la calle Hidalgo, a las puertas de Catedral; para ellas, afirmó, se buscará un espacio.

Los vendedores de elotes, chicharrones, habas y demás tiene un horario específico para trabajar en la vía pública, por lo que anunció su trabajo será calificado, el ayuntamiento presentará un proyecto para que tengan mayor presentación y así formen parte del aspecto turístico de Cuernavaca.

El pasado martes, policías del Mando Único detuvieron a un “carretillero” en la calle Netzahualcóyotl luego de oponerse a una inspección de rutina que realizaron los inspectores, además de dos  mujeres quienes presuntamente agredieron verbalmente a la autoridad.

Ante esta situación, el director de Gobernación detalló que es una labor que realizan los inspectores por orden del alcalde, y cuando los vendedores se oponen a la revisión interviene la fuerza pública.

La mercancía que retiran los inspectores pasa a un juez calificador al área del mercado, el detenido debe pagar una multa y en ese momento se le regresa, en caso de ser una mercancía perecedera por la que la autoridad no se hace responsable.

En otras administraciones dijo Edgar Contreras, retiraban hasta ocho vendedores del comercio informal al día, actualmente son entre dos y tres por semana, pues señaló algunos ya saben que no deben permanecer en un solo lugar, sino recorrer las calles.