Por Antonella Ladino

Tlayacapan, Mor., 20 de julio.- En los Altos de Morelos los habitantes dicen que la delincuencia rebasó al gobierno y al modelo de la Policía de Mando Único,  por eso se levantaron en armas e instalaron retenes en varios puntos  del municipio.

Para su defensa colocaron costales llenos de arena en las entradas principales a Tlayacapan como San José de los Laureles, San Agustín y Tres de Mayo. Desde ahí los autodefensas vigilan a todo aquel que entra al pueblo pero antes le requieren una identificación.

Algunos se cubren el rostro con un pasamontañas y otras tienen como defensa una escopeta.

“Nos decían que si no pagamos nos iban a matar”, dice Jesús quien hace más de un mes tomó una escopeta y se unió con un grupo de hombres de la comunidad San José de los Laureles, en Tlayacapan, para cuidar la seguridad de sus familias.

Los habitantes de este municipio situado en los Altos de Morelos colocaron lonas con la leyenda “te agarramos, te linchamos” en las tres entradas principales a Tlayacapan y desde ahí un grupo de 12 hombres vigila las 24 horas y los siete días de la semana.

Jesús, es un joven de unos 25 años y dice que desde hace tres meses detectaron a una banda de delincuentes, presuntamente de origen colombiano que empezaron a pedir “derecho de piso” a los productores de aguacate y nopal, una cuota superior a los 30 mil pesos.

“Empezaron robando pilas, camionetas, estéreos y en la madrugada se venían a asomar en carros, venía gente armada, eran dos carros con ocho personas a bordo y hasta que los vimos decidimos echarnos la mano y por eso nos armamos y cuidamos la entrada por cualquier cosa”.

Sus comunidades están alejadas de la ciudad pero cubiertas por los bosques de la entidad, algunos dicen que el gobierno los olvidó porque ni el Mando Único se asoma por aquí. Incluso acusan que el gobierno municipal está coludido con la delincuencia organizada, porque hace más de un mes detuvieron a un hombre a quien lo señalaron de ser el extorsionador y lo entregaron a las autoridades pero estas lo liberaron.

Por eso los hombres tomaron sus armas para regresar la tranquilidad al pueblo.

El Mando Único aparenta realizar rondines y a manera de apoyo entregó unos radios a los policías comunitarios para que ellos les reporten cualquier situación de riesgo.

“La vida está en riesgo porque no sabemos qué día van a venir y que tal si vienen armados y a lo que vienen, uno también arriesga la vida, tenemos familia y como nos preocupa tenemos que apoyar por ellos”, dice Jesús.

Javier, se cubre el rostro para no ser identificado por los ajenos que ingresan a su comunidad, él dice que la situación está complicada en los Altos de Morelos, y se organizan porque la delincuencia ya rebasó a los gobiernos.

Los gobernantes de plano no están haciendo su trabajo y en su opinión quedan mucho a deber a los ciudadanos que los eligieron. Se sienten olvidados, dice Javier.

“Les piden el cobro de piso a los comerciantes como aguacateros, nopaleros y a los de las tiendas de abarrotes, no queríamos que esto no siga creciendo porque el gobierno no hacía nada y el Mando Único no es nada”.

Les pedían diferentes cantidades algunos si dieron el dinero porque cuando la delincuencia llega a una familia y amenazan a lo que uno más quiere por eso algunos cooperaron con los delincuentes.

Con estos retenes los ciudadanos pretenden mandar una alerta y por eso se crearon como una comunidad vecino vigilante y a pesar de que no cuentan con conocimientos de defensa confían que esta situación mejorará con la entrada del nuevo gobierno.

La vigilancia seguirá hasta que la situación de inseguridad disminuya y la autoridad haga su trabajo dice los comunitarios.

También hace un llamado a las autoridades electas para proporcionar mayor vigilancia y cumplan con sus promesas que hacen cada tres años de brindar seguridad, porque hasta la fecha dicen no han visto resultados.