*Lanzan campaña de alfabetización en poblado indígena de Cuentepec.
Por Antonella Ladino
«No sé muy bien (leer y escribir), pero me defiendo», dice Julia García y refiere que su esposo, Pablo, de plano no fue ni un día a la escuela porque no había dinero en su familia y desde niño tuvo dedicarse al campo, para apoyar a sus papás con los gastos.
Pablo tiene 55 años de edad y aunque a veces dice que ya está grande para estudiar, también piensa que es necesario, al recordar que hace años por no saber leer tomaba el camión equivocado y por falta de dinero para pagar otro pasaje, tenía que caminar largos trayectos para llegar a su casa, contó Julia.
Por eso, dijo, le comentará sobre la campaña de alfabetización que lanzó el INEEA en la comunidad de Cuentepec, en Temixco, donde de acuerdo con el INEEA existe un rezago educativo del 54 por ciento.
Julia forma parte de las 884 mujeres de esa comunidad indígena que no concluyeron sus estudios de nivel básico.
Así lo dio a conocer durante el anuncio de la campaña de alfabetización para mujeres rurales y destacó que la finalidad es que las personas tengan conocimiento sobre la lectura y escritura para que puedan cobrar un precio digno por sus productos.

«Yo me defiendo. Mi esposo no sabe leer, no fue a la escuela ni un día, porque se dedicó a pastorear los chivos desde chiquito, por eso no fue a la escuela. Le voy a decir a ver qué dice, a ver si quiere, porque a veces dice ‘ya para qué’, ya estoy viejo, ya no me va a servir’, aunque yo creo que sí porque luego se arrepiente de no haber estudiado, pero a él nomás le decían mañana te vamos a inscribir, pero nunca llegó el mañana», expresó Julia.
Su esposo se dedica a sembrar maíz y ella saca las hojas secas tamales para venderlas en la comunidad o en otros municipios.
Pablo y Julia tuvieron seis hijos, pero solo una vivió. A ella, la motivan para continuar con sus estudios profesionales.