Madres exigen justicia para los hombres desaparecidos.

Redacción SL

El 10 de abril pasado, Huber Antonio pidió un servicio de transporte privado por aplicación con dirección a los andenes del mercado Adolfo López Mateos en Cuernavaca, y ahí desapareció.

Huber trabajaba como mesero en una pizzería en Cuernavaca. Es padre de dos hijas, la mayor tiene nueve años de edad y a dos meses de su desaparición la Fiscalía General del Estado (FGE) informó a los familiares que su última ubicación fue en los andenes.

En vísperas del Día del Padre, su mamá, Georgina Pacheco, junto con otras madres de familia protestaron en el memorial de las víctimas instalado en las puertas del Palacio de Gobierno para exigir a las autoridades agilizar las investigaciones, porque en la mayoría de los casos no se les busca y se les revictimiza al señalar que andaban en malos pasos.

De acuerdo con el colectivo en Morelos hay mil 278 hombres y 625 mujeres en calidad de desaparicidos y los hombres representan el 65 por ciento del total.

«También hay hombres buenos, pero a veces se les revictimizan y acusan que andaban en malos pasos o que les pasó eso porque se lo buscaron. Por eso se trata de reivindicar la desaparición de los hombres porque parece que es invisible y no cuentan, y cuando uno va a levantar denuncia los etiquetan y criminalizan; ellos dejan una familia y son el sustento de su familia y después los niños crecen huérfanos de padre», dijo Angélica Rodríguez vocera del colectivo.